Ubicado en el corazón de la ciudad se encuentra el Templo de San Agustín, uno de los edificios más representativos e imponentes de Salamanca que este sábado festejó al santo que lleva por nombre San Agustín de Hipona.
Al igual que el año pasado los festejos para San Agustín se realizaron de manera atípica y discreta pues debido a la pandemia por la Covid-19 las verbenas, música y juegos pirotécnicos quedaron suspendidos, sin embargo, sí se realizó una homilía en honor al santo.
San Agustín de Hipona, fue uno de los más grandes colaboradores de las nuevas ideas en la historia de la Iglesia Católica y pertenece a uno de los 33 doctores de la Iglesia. Es considerado un ejemplo para todos los feligreses pues paso de tener una vida indisciplinada a convertirse santo de la iglesia.
Su madre Santa Mónica de Hipona, fue festejada el pasado 27 de agosto ; ella dedicó su vida a la vida de oración, la cual dedicó para la conversión de su hijo. La vida de Santa Mónica es una de las más inspiradoras del "Libro de los Santos" de la Iglesia Universal pues fue una mujer llena de sufrimientos y dificultades, pero su perseverancia en la fe y en la oración hicieron posible "el milagro" de la conversión de su hijo.
San Agustín se caracterizó por una personalidad compleja y profunda, filósofo, teólogo, místico, poeta, orador, polemista, escritor y pastor, cualidades que a decir del papa Pío XI “casi nadie o sólo unos pocos, de cuantos han vivido desde el inicio del género humano hasta hoy, se pueden comparar”.