Como ya es tradición, entre bailes y oraciones, fieles católicos celebraron a San Gonzalo de Amarante, santo que es venerado en Salamanca desde 1830.
Este templo fue erigido en lo que se conocía originalmente como el barrio de nuestra señora de San Juan Chihuahua; en su proporción es de tamaño mediano y data de los siglos XVII y fue ampliado en el XVIII..
Para 1830 los fieles comenzaron a venerar la imagen en la que está representado San Gonzalo de Amarante, por lo que el nombre del templo de San Gonzalo comenzó a popularizarse entre los fieles salmantinos, posteriormente el barrio tomó el mismo nombre de San Gonzalo partir de 1850.
Cada 10 de enero, la celebración comienza días antes con un novenario y el día de la fiesta es tradición que los fieles entren al templo bailando de manera personal (como de brinquito) y repitiendo la oración “San Gonzalo de Amarante tú que pasaste la mar, concédeme este milagro que ya comienzo a bailar” escritura que se puede leer en la pintura del cuadro dedicado a San Gonzalo.
La tradición de bailar a San Gonzalo, es una costumbre que se ha heredado a través del tiempo, Soledad Gonzales, recuerda que desde pequeña su papá la llevaba a San Gonzalo “mi papa era muy devoto, me traía desde muy chiquita. A mí me empezaron a doler mucho mus pies y yo le pedí mucho para poder recuperarme, ahora ya no me duelen y por eso vengo a bailar, para agradecer por el milagro” explicó.
Ante el incremento de casos de Covid-19, este año únicamente se llevó a cabo la celebración de primeras comuniones y la misa solemne, cabe señalar que fueron canceladas las tradicionales mañanitas, sin embargo, algunos cantantes no perdieron la oportunidad para visitar al santo.