A través del intercambio de de libros implementado por la Casa de la Cultura, el director de la dependencia, Carlos Núñez Ordóñez, destacó la participación activa de los niños y jóvenes, en especial aquellos que estudian en universidad y preparatoria, ya que por el tipo de estudios que llevan requieren ejemplares como enciclopedias o libros científicos.
"A mí me llama mucho la atención que los niños de los talleres de 7 u 8 años sí ojean los libros. A veces los veo que están ojeando y todo. Quiénes sí vienen más a menudo son jóvenes de prepa y universidad", añadió. Los padres que esperan a sus hijos durante los talleres también aprovechan para leer. "A veces están esperando a los niños, y para no aburrirse, agarran un libro y lo empiezan a leer. Al otro día llegan y vuelven a agarrar el libro. Yo sí les he dicho que cuando veo que dos o tres veces agarran el libro, que se lo lleven y luego lo regresen", comentó.
Indicó que, mediante está actividad, se ha generado una respuesta muy favorable por parte de la comunidad salmantina.
"Lo que nosotros hemos hecho y hemos tenido bastante respuesta y ha sido muy favorable es poner el intercambio de libros aquí en la Casa de la Cultura", comentó Núñez Ordóñez.
La jefatura de bibliotecas también promueve el intercambio de libros en sus instalaciones, y ambos esfuerzos han atraído a muchas personas interesadas en compartir y obtener libros. Aunque muchos jóvenes prefieren leer en dispositivos electrónicos como tablets o computadoras, el intercambio de libros físicos sigue siendo popular.
En la Casa de la Cultura, actualmente cuentan con alrededor de 300 libros gracias a las donaciones de la comunidad. "Hay personas que nos han venido a donar enciclopedias completas y otras que de repente traen 30 libros, 10 libros. No tenemos el conteo exacto porque al final los acomodamos, y no es algo que sea nuestro, sino que realmente le pertenece a la sociedad", explicó Núñez Ordóñez.
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El intercambio de libros en la Casa de la Cultura, ubicada en Leona Vicario, ha generado un interesante movimiento de libros entre la comunidad. Las personas pueden llevarse un libro sin necesidad de dejar otro a cambio, aunque muchos optan por donar. "Creo que es una de las partes bien importantes de la lectura; realmente para todos leer nos abre un panorama totalmente diferente, un mundo diferente dependiendo de lo que te guste leer", concluyó Carlos Núñez Ordóñez.