Loma de San Antonio es una de las comunidades que ha registrado mayor inversión en cuanto a infraestructura hidráulica, así lo confirmó el presidente municipal César Prieto durante la entrega de la rehabilitación del pozo y construcción del tanque elevado aunado a ello se trabaja en la introducción de redes de distribución y suministro de agua potable en beneficio de más de siete mil personas, en ambos proyectos se ejercerán recursos de alrededor de 18 millones de pesos.
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“En este momento se concluyó ya con la rehabilitación del pozo se puso una bomba nueva, válvulas, electrificación, con una inversión municipal de cuatro millones 851 mil pesos, se benefició a una población aquí en Loma de San Antonio, Loma Pelada de siete mil 124 personas, considerando la instalación de un tanque elevado y red de distribución y el otro que estamos ahorita trabajando en conjunto con el Estado es una concurrencia 50-50, una inversión total de 14 millones 45 mil pesos, y es el complemento de la primera etapa que consiste en la conducción y complementación de la red de agua potable”, puntualizó.
Al respecto, el edil explicó que con estas obras todos los hogares estarán conectados a la red de distribución de agua, por ello aprovechó para invitar a los beneficiarios a cuidar este recurso, el cual pidió no se use en riegos agrícolas.
“Son cerca de 18 kilómetros de red de tubería de cuatro, tres y dos pulgadas, lo que va permitir que la gente que antes tenía que tandear el agua, que a veces llegaba con una presión muy baja o había días en que no había, ahora les va llegar el agua de manera permanente porque va llegar al tanque elevado y eso va permitir que la presión ya cuando se requiera tenga la gente el agua, y que la utilicen para consumo habitacional, porque hay quienes la utilizan en ocasiones para regar extensiones grandes de tierra y eso no está bien porque dejan sin agua a otra persona”, detalló.
En este aspecto, se informó que el pozo extrae el agua a una profundidad de 70 metros, en tanto en la zona urbana de Salamanca se extrae a profundidades de más de 300 metros; “vamos poco a poco, algunas personas se desesperan, porque cuando un pozo se abate tenemos que pedir un permiso ante la Comisión Nacional del Agua, para que nos permitan una perforación nueva que puede ir de los tres a los siete millones de pesos, más aparte el equipamiento”, concluyó.