Los barrios forman parte del núcleo urbano de toda sociedad, en Salamanca se encuentran algunos que fueron fundados desde la primera mitad del siglo XVII hasta mediados del siglo XVIII, los cuales preservan su riqueza histórica y cultural que a través de los siglos se mantiene viva su historia más allá del primer cuadro de la ciudad, en donde encuentra uno de los edificios más icónicos como es el ex convento de San Agustín de Sahagún.
Inicialmente constituida como una aldea Otomí, que de acuerdo a la documentación de los archivos históricos, durante todo el siglo XVII y parte del XVIII, simplemente se le menciona como “barrio de San Juan”, que después se llamó San Juan de la Presa se fundó hasta 1644, según un documento que menciona a un “San Juan El Nuevo”, posible primer nombre del primer asentamiento de Salamanca y que se formó gracias a un español que llevó indios para construir una presa.
En este lugar se adoptó como oficio artesanal la elaboración de cerámica de barro, donde anualmente se llegaron a producir cuatro mil 200 docenas de piezas. A este lugar también se le conoció como “Antigua Aldea de Xidoo”, la pequeña capilla de este barrio es una reliquia con elementos elaborados en piedra de cantera, entre los que se destaca la cruz misionera que se encuentra en el atrio de este recinto religioso edificado en el siglo XV.
A la par de este se fundó el de Nativitas, en la primera mitad del siglo XVII, en él se encuentra la Parroquia de Nuestra Señora de Nativitas, una de las primeras construidas en la ciudad, su estilo es de corte primitivo, los detalles arquitectónicos son sencillos, al interior del recinto religioso se encuentra su altar de estilo neoclásico; labrada en piedra de cantera que a su vez está cubierta de memorias de la tribu Otomí; al centro del templo encontramos a la Virgen de Natividad, patrona del barrio venerada cada 8 de septiembre.
Fundado entre 1680 y 1682, el barrio de San Pedro se conoció inicialmente como pueblo de San Pedro, el cual en la segunda mitad del siglo XVII únicamente contaba con alrededor de 30 pobladores.
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Aunque dentro de los archivos históricos de Salamanca, no se cuenta con una fecha exacta del barrio de San Roque, se estima que fue a mediados del siglo XVIII, cuando la villa de Salamanca comienza a tomar auge que sería entre 1725 y 1750. Posterior a ello se daría la fundación del barrio de San Gonzalo y para 1780, el de San Antonio.