Irapuato, Gto.- Para la comunidad estudiantil de la División de Ciencias de la Vida de la Universidad de Guanajuato, la presencia de la Guardia Nacional en la comunidad de El Copal ha dejado de representar seguridad.
“Hoy se escribe una nueva página en nuestra comunidad, hoy sabemos que la Guardia Nacional mata, hoy ya no nos sentimos seguros con su presencia, hoy estamos unidos”, fue la consigna que las y los estudiantes de la División de Ciencias de la Vida pronunció para exigir justicia por el asesinato de Ángel Yael Rangel, el joven estudiante del cuarto semestre de la carrera en Agronomía que fue asesinado por disparos de un elemento de la Guardia Nacional.
Te puede interesar: Elemento de la Guardia Nacional disparó por decisión propia, dice informe federal
Volvieron a apalear a la colmena y de nuevo las abejas reaccionaron. Lo hicieron con rabia, con coraje, con impotencia, pero también con dolor. Las abejas han vuelto a las calles y otra vez por una exigencia de justicia por haber atentado en contra de una de ellas. ¿Cuántas más?, es la pregunta que en el imaginario universitario rondó la mañana del jueves y como respuesta hubo que cada que alguien atente contra la comunidad, ésta saldrá unida a rechazar esas agresiones.
Estamos molestos y tristes
Braulio Béjar, compañero de clases de Ángel Yael Rangel, apenas si puede hablar. El nudo que tiene en su garganta le impide decir todo lo que quisiera, pero no oculta su dolor y su tristeza por la pérdida de su compañero, a quien vio por última ocasión al salir de clases de entomología.
"Estoy muy molesto y triste porque acabábamos de salir de clases, acabábamos de salir de entomología; de haber sabido que era la última clase…", dijo el joven, sin poder terminar la frase.
Jonathan, otro compañero de Ángel Yael, calificó como “estúpidos” los comentarios que dicen que los jóvenes tuvieron cierto de grado de responsabilidad para que el elemento de la Guardia Nacional reaccionara así.
“Ángel fue asesinado por alguien que creíamos que nos protegía”, dijo el joven. “Esto debe marcar un precedente: o mejoramos como sociedad, incluida la autoridad, esa que ha demostrado tropiezo tras tropiezo, o nos vamos todos directito al carajo”, señaló.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
Justicia o nada
Frente al tótem que forman las letras UG, en medio de la explanada de la División de Ciencias de la Vida, fueron colocadas ofrendas florales, veladoras, moños negros y carteles para exigir justicia por el asesinato de Ángel Yael.
“Es justicia o no queremos nada”, dice Monserrat Hernández, quien dice que no siente rabia, sino tristeza que ahora se deba tener miedo de quienes son designados para brindar seguridad.
Luis Felipe Guerrero Agripino, rector general de la Universidad de Guanajuato, fue otra abeja más que protestó en la concentración convocada por la comunidad estudiantil y dijo que todo el apoyo jurídico será brindado por la Máxima Casa de Estudios del estado.
Las y los estudiantes ofrendaron un minuto de silencio para Ángel Rangel, el cual luego mutó hacia dos minutos de aplausos. Querían recordarlo con el sonido de las palmas, para evocar la alegría que “el vaquero” transmitía a sus compañeros.
“Ojalá que hoy pudiera ser el último día en que las abejas estemos reunidos para exigir justicia ante un delito en contra de nuestra comunidad. Ojalá que no haya más abejas atacadas, más abejas muertas. Que cuando volteen a la colmena sea para vernos por algo positivo, no porque estamos destrozados, pidiendo que dejen de atacarnos, que dejen de matarnos”, dijo la joven Monserrat Ramírez, antes de dejar una veladora en memoria de Ángel Yael Rangel.