Salamanca, Gto.- Durante los meses de diciembre y enero incrementan hasta un 50% las consultas a perros y gatos afectados de manera directa o indirecta por la pirotecnia, es decir, en ese periodo se atienden alrededor de 40 a 50 mascotas en ese periodo y aunque son pocos los números de perros o gatos que resultan con quemaduras, el mayor impacto lo recibe el sistema nervioso de los animales, informó Jesús Ricardo Ramírez Gutiérrez, presidente del colegio de médicos veterinarios Salamanca.
En ese sentido, Ramírez Gutiérrez, dijo que, en esa época la principal afectación hacia las mascotas es de manera sonora, por ejemplo, por el estruendo que causan los fuegos artificiales como la desorientación, convulsiones, entran en un estado efusivo y pueden sufrir accidentes como con vehículos de automotor al escaparse de las viviendas por el ruido.
“Se incrementan los servicios en relación a las crisis secundarias a la pirotecnia, algunos animales presentan convulsiones, algunos presentan accidentes no propiamente con la pirotecnia, sino al momento de entrar en crisis, hemos tenido pocas incidentes en los que hayan tenido alguna complicación por quemaduras o por explosiones si hay pero son mínimos, la principal afectación se da por la cuestión del ruido, este tipo de servicios se vuelven más comunes los días 10 ,11, 12, 23 24, 25 y 31 de diciembre, así como el primero de enero”, explicó.
Los accidentes ocurren principalmente por descuido de los tutores de las mascotas, por lo que, son los principales encargados de prevenir algún episodio referente a las pirotecnias, manteniéndolos en lugares tranquilos y donde los estruendos se escuchen lo menos posible, la prevención también se puede hacer de manera química, esto a través de productos o medicamentos que están indicados por el médico veterinario de esa manera que se pueda hacer una contención química de las mascotas.
Entre las recomendaciones que el veterinario proporcionó a los tutores, al momento de que las mascotas entran en crisis nerviosa destacan; mantener la calma y buscar ayuda de algún médico veterinario, lo mejor es prevenir y se pueden hacer modificaciones a los lugares donde habitan, quitar objetos con los que se pueda dañar y hacer agradable el ambiente a la mascota (agregar juguetes y camas cómodas).