Insuficiente limitar horarios de negocios para disminuir delitos: Obispo

El obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, aseguró que la propuesta realizada por el comandante de la XII Región Militar, Enrique Covarrubias López, para que antros, bares, restaurantes y cantinas cierren a la una de la mañana como medida para disminuir los homicidios, es insuficiente, pues los crímenes se dan a todas horas, además de que todo debe partir desde la responsabilidad de cada persona para cuidarse.

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Durante su rueda de prensa dominical, Enrique Díaz Díaz dijo que aunque es bueno controlar la venta de bebidas alcohólicas, lo cierto es que el crimen está operando a todas horas del día, por lo que la propuesta no bastaría para reducir la criminalidad en el estado.

“Yo creo que si asumimos todos la responsabilidad de cuidarnos será mejor; el poner estos horarios no sé si ayude un poco, pero hemos visto crímenes a todas horas del día; si revisamos, por ejemplo, esta semana a qué hora fueron los crímenes, fueron a todas horas del día.

Todo debe partir desde la responsabilidad de cada persona para cuidarse.

“Es bueno controlar las bebidas, es bueno controlar estas situaciones, pero que sea una realidad, pero el crimen está a todas horas del día”, dijo el Obispo de Irapuato.

Comentó que los hechos de alto impacto no se están dando en las madrugadas o por un tema inherente al alcohol, por lo que debe ampliarse el tema de brindar soluciones al tema de violencia que se vive en la entidad.

“No ha sido solamente como en otras ocasiones, que era a consecuencia del beber en la noche, los accidentes, sobre todo automovilísticos, pero la corrupción, el crimen está a todas horas del día”.

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Esta propuesta que hizo el comandante de la XII Región Militar fue planteada a las y los alcaldes de los 46 municipios en la última sesión del Consejo Estatal de Seguridad Pública; previo a ello, el propio Enrique García Jaramillo había propuesto a los gobernadores de Guanajuato, Michoacán y Jalisco, en donde tiene injerencia la Región Militar, a que controlaran y evitar en lo posible dar permisos para la realización de carreras de caballos o peleas de gallos, pues eran sitios propicios para la realización de actividades propias del crimen organizado, como el lavado de dinero o la venta de drogas, por ejemplo.