A menos de 15 días para culminar el 2023, la población acostumbre realizar diversos rituales para atraer el amor, dinero, salud y estabilidad; en ese sentido, Sergio González López, párroco del Santuario del Señor del Hospital, dijo que el inicio de un nuevo año, se debe vivir como un proyecto de esperanza y prosperidad, en lugar de ser visto como una oportunidad de abonar a la superficialidad a través de los rituales.
El sacerdote, invitó a la feligresía a vivir el inicio de un nuevo año con el mismo sentimiento religioso y espíritu de fe en Dios, para que se profundice en la periodicidad y crecimiento de la vida, renovando siempre la fe para los proyectos a futuro, además de trabajar en el bien común del prójimo.
“Estamos a más de 10 días del inicio de otro año civil y la mejor manera de recibirlos es expresando un sentimiento religioso y espíritu de fe en el señor, para que nos haga profundizar en la periodicidad y crecimiento de la vida, lo demás será como una especie actos cabalísticos de convivencia y compartir ciertas cosas con los demás, pero, a veces es un poco de la falta de fundamento en Dios que nos hacen recaer en ciertos ritos que no sabemos de dónde salieron”, explicó.
El año nuevo es conocido como una de las fechas más esperadas de la temporada navideña, ya que al interior de esta celebración, la población suele realizar una serie de rituales con la intención de plantearse los propósitos, para el año que está por comenzar algunos de los más conocidos es el rito de las uvas, el de la ropa interior de color roja rojo y amarillo para el amor y la abundancia, entre otros, estas actividades se realizaban por creencias o necesidades, sin embargo cada uno de ellos, cuenta con un origen distinto.
En el caso del ritual de las uvas, la tradición llegó a América en 1880 desde España, debido a que los españoles burgueses festejaban el inicio de un nuevo año combino espumoso y uvas.