Dentro de las actividades de Semana Santa, se anunció la realización de la tradicional Procesión del Silencio, durante la noche del Viernes Santo.
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Monseñor José Gerardo Velázquez Solís, párroco y rector del santuario Diocesano del Señor del Hospital, mencionó que durante la semana mayor se estarán realizando diferentes actividades en el marco de las celebraciones que enmarcan la pascua, el día viernes 7 de abril, se realizará además del tradicional viacrucis y el rosario de los siete dolores de la virgen María; la visita de miles de peregrinos y la Procesión del Silencio, la cual será organizada por la orden Agustina.
Esta tradición lleva más de cinco décadas de realizarse y es de las más esperadas año con año, sobre todo luego del año pandemico donde se tuvo que cancelar por los altos índices de contagios.
La Procesión del Silencio es una tradición que data del siglo XVII, retomada por el padre Fray Camilo Montes en 1966, usualmente esta tradición cuenta con una asistencia de por lo menos mil 500 fieles quienes forman parte de las cofradías que acompañan a las imágenes que rememoran “El Ecce Uomo”, “El Señor de la Columna”, “El Señor del Perdón”, “El Santo Entierro” y “La Virgen de la Soledad” , la noche del Viernes Santo.
La Procesión del Silencio en Salamanca muestra representaciones religiosas que dan cuenta del arraigo de las tradiciones de sus habitantes y conllevan a la riqueza del Destino Cultural de México, su secuencia comienza cuando Jesús es crucificado y pide al Padre el perdón para sus ejecutores desde la cruz, luego agoniza y muere. Continúa el Santo Entierro cuya procesión es seguida por María la madre de Jesús, evocada en la virgen de la Soledad, desfilan lentamente y el sonido de los tambores lo envuelve todo, retumbando el alma y cuerpo de los presentes por el dolor que pasó Jesús.
Juan José Rodríguez Chávez Cronista de la Ciudad relató que esta celebración religiosa es un proceso que inicia a partir del miércoles de ceniza y concluye el sábado de gloria, después de la Procesión, continúa lo que es el cambio de vestimenta de aproximadamente 10 imágenes y su puesta de vuelta en su lugar a lo largo del templo de San Agustín.