El Jardín Constitución, inaugurada en 1910 como parte de un decreto presidencial lanzado por el entonces presidente de México, Porfirio Díaz, para celebrar el centenario de la independencia, se ha convertido en uno de los espacios públicos más importantes para los salmantinos, ya que concentra gran parte de las tradiciones e historia de la ciudad entre los edificios que la rodea, además de ser un estandarte de esparcimiento para las familias.
▶️El Kiosco del jardín principal es un emblema para Salamanca
Juan José Rodríguez Chávez, cronista de la ciudad, que el decreto señalaba que todas las antiguas plazas principales de las ciudades y villas del país se transformaran en jardines, con prados, setos, bancas, un kiosco e iluminación adecuada. Las plazas, hasta ese momento no eran más que áreas con piso de tierra, algunas piedras, bancas de mampostería y unos pocos árboles dispersos, sin un diseño coherente como jardín.
Esta transformación se llevó a cabo en diversas ciudades como Cortázar, Celaya, Villagrán, Irapuato, León y Salamanca. En Salamanca, el responsable de este cambio fue el jefe político, Jesús Espinoza Navarro, quien gobernó de 1900 a 1911, sumando once años y medio de mandato. Durante su gestión, le correspondió celebrar y embellecer la antigua plaza principal, convirtiéndola en el Jardín Principal La Constitución.
“El jefe político mandó diseñar los prados del jardín con un dibujo basado en el montaje de dos cruces: una cruz griega con trazos iguales y la cruz de San Andrés en forma de X. Este diseño permitió trazar caminos desde las esquinas de la periferia hasta el centro, donde se ubicó un kiosco. Además, se plantaron árboles de la clase laurel de la India, conocidos en otras regiones como 'árbol de trueno', cuyas semillas fueron tomadas de un frondoso árbol que existía en una cancha deportiva local. Se eligieron árboles de ornato sin frutos para preservar su integridad”, explicó Rodríguez Chávez.
El jardín también fue equipado con bancas fundidas de hierro, inicialmente cien, de las cuales hoy en día solo quedan la mitad. En los años 2014 y 2016, se rescataron tres de estas bancas originales y se volvieron a colocar en el jardín.
El kiosco, elemento central del jardín, ha sido un punto de encuentro crucial para la comunidad. Las bandas municipales de música de viento, especialmente la del General Don Bernardo Reyes, solían amenizar las tardes de jueves y domingos, proporcionando un espacio de recreo y esparcimiento para las familias de Salamanca. Este kiosco fue inaugurado con la música de viento de dicha banda, consolidándose como un símbolo de la vida cultural y social de la ciudad.
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El Jardín Principal La Constitución es, sin duda, un reflejo del esfuerzo por embellecer y modernizar los espacios públicos de México en conmemoración de su independencia, convirtiéndose en un legado histórico y cultural para las futuras generaciones.
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