El déficit de lluvias que se presentó este año podría derivar en el sacrificio del 50% de cabezas de ganado que se crían en la zona norte de Salamanca, debido que a consecuencia de este fenómeno las presas presentan un nivel del 40% de su capacidad, aunado a la falta de pastura y rastrojo para la alimentación de los animales, así lo advirtió David Pérez Alvarado presidente de la Asociación Ganadera en Salamanca.
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“Estamos en una situación crítica, porque no va haber agua, las presas tienen arribita del 40%, seguramente los alimentos van a subir muy alto de precio y aunque haya apoyos de Gobierno, va circular ese dinero, pero la gente va navegar por la falta de alimentos (…) los productores tienen miedo, porque no van a tener pastura, van a tener que vender ganado flaco o sacrificar al 50%, porque va estar más cara la pastura que el mismo grano, en la zona norte no hay pasto, por lo que la gente está preocupada de que no tiene dinero para solventar la alimentación de los animales del ganado de traspatio que año con año ha ido disminuyendo, mucha gente pensar que por el precio del grano se enfocarán en el ganado para engordar, pero no hay dinero”, asentó el representante del sector.
La Asociación Ganadera en Salamanca representa a poco más de 800 porcicultores y productores pecuarios desde el año 1963, sin embargo, se estima que en la localidad alrededor de dos mil ganaderos de traspatio quienes este 2023 y parte del 2024, enfrentarán una de las situaciones más críticas en los últimos años debido a que la falta de lluvias que se arrastra desde 2022 ha comenzado a impactar sobre todo en la zona norte del municipio del estado.
“Los programas que han metido de regalar pollas o borregas , no hace nada, porque les dan a gente que en cuanto reciben el apoyo lo venden y realmente los que se dedican o dependen de esa actividad, están dependiendo de las importaciones aún sabiendo la situación no solo en el municipio de Salamanca, es en general”, puntualizó.
Antecedente
Una situación similar se presentó en 2012, cuando la presa del Huaricho se quedó sin agua al igual que el pozo que abastecía a la comunidad, debido a las pocas lluvias que se presentaron en 2011, lo que provocó que los campesinos no levantarán cosechas y parte del ganado muriera por la falta del vital líquido.
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