En busca de disminuir los impactos ambientales y preservar los recursos naturales de Salamanca, el Gobierno Municipal evalúa realizar un exhorto a la Federación o directamente a Petróleos Mexicanos (Pemex), para concretar la venta de agua tratada a la paraestatal, proyecto que se busca concretar o al menos establecer sus bases durante este último año de gestión.
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Si bien, a nivel municipal destacan la instalación de dos cuarteles de la Guardia Nacional, el saneamiento del sitio de Tekchem, así como la donación de combustibles y asfalto de parte de Pemex, se estaría realizando un exhorto al Gobierno Federal para concretar el proyecto de venta de agua tratada, como parte de la estrategia para resarcir los impactos ambientales que generan empresas como la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor y la Termoeléctrica de CFE a los recursos naturales de Salamanca.
“Vamos a buscar hacer un llamado, acercarnos con ellos para que puedan ahora sí, que establezcamos de qué manera podemos aprovechar la residencia de Pemex y de Comisión Federal y no solamente el tema del impacto ambiental, que de repente no sabemos quién es el responsable, porque al final dicen quién hace uso de este tipo de combustóleo o de algunos químicos que pueden provocar algún efecto en daño a la salud o en la contingencia ambiental lo vamos a revisar (…) vamos a través del Ayuntamiento a pedir el apoyo para el tema de la venta del agua tratada a Pemex, para que se deje extraer, que es un tema ambiental que debemos resolver de alguna manera, donde ellos tendrán que respondernos, ya sea directamente a Pemex o al Gobierno de México para que lo puedan resolver o dar una respuesta, y en su caso tener una mejor convivencia con estos órganos”, explicó el presidente municipal César Prieto.
Actualmente en Salamanca se extraen a una profundidad de 200 metros alrededor de 470 litros por segundo, mientras que en la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor (RIAMA), 600 litros por segundo empleados en sus diferentes procesos, por lo que urgió a que consolide este proyecto debido a que en 10 o 15 años se podría tener un estrés hídrico que repercuta de manera seria en el abasto y suministro de agua potable en la ciudad.
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Respecto a que se pueda concretar este proyecto en su último año de gestión, el mandatario salmantino refirió que, aún hay tiempo de al menos sentar las bases para ello y que las siguientes administraciones puedan dar seguimiento al mismo. “Si hay tiempo, es un año, yo sé que se pasa muy rápido el tiempo, creo que podemos dejar las bases como lo hemos dicho tanto en el Gobierno del Estado como en el Gobierno de México”, concluyó.