/ jueves 21 de septiembre de 2023

Se agrava crisis migrante: llegan dos mil 500 más a Irapuato

Por la tarde del jueves, un tren proveniente de la Ciudad de México llegó con más indocumentados, que se sumaron a los más de mil que ya había desde el miércoles

IRAPUATO, Gto.- Irapuato registró la mayor cantidad de migrantes centroamericanos apostados debajo el puente Siglo XXI, el lugar en el que suelen esperar el tren para ir con rumbo al norte del país: más de tres mil 800 personas hubo en ese sitio en un solo día.

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A las 14:40 horas, un tren proveniente de la Ciudad de México, y que tenía destino los patios de Ferromex de Irapuato, trajo consigo a más de dos mil 500 migrantes, de acuerdo con cifras preliminares que Protección Civil municipal contabilizó. Hondureños, guatemaltecos, ecuatorianos, colombianos y venezolanos eran los que en su mayoría bajaron de “La Bestia” en territorio irapuatense.


Más de tres mil 800 estuvieron en las inmediaciones del puente Siglo XXI.


Pero, ¿por qué decidieron bajar en Irapuato y no en Celaya, en donde el tren hizo escala unas horas antes? Santiago Chávez, un migrante venezolano que viaja junto con su esposa con rumbo a la frontera del país, contó que en Tapachula les entregaron unos trípticos con las rutas seguras y con los albergues a los que podían llegar; sin embargo, en un chat de migrantes venezolanos, le dijeron que no se bajara en Celaya y que llegara a Irapuato.

Tenemos grupos de Facebook y de WhatsApp en donde nos vamos comunicando y desde que salimos de Venezuela por ahí vamos preguntando por dónde llegar. Hay algunas personas que nos van guiando en esos grupos y es como nos dicen cuál es la ruta más segura y fácil para llegar a la frontera”.


Llegaron en tren y caminaron dos kilómetros hasta el puente.


La ruta que le sugirieron a Santiago Chávez seguir fue de Chiapas irse a Veracruz, de ahí tomar el tren que va a Puebla, de Puebla a Ciudad de México y de ahí no parar hasta Irapuato.

En todos esos puntos había personas que nos cobraron por llegar, pero pagando no nos hicieron nada. Yo di mil pesos mexicanos en cada punto y no me molestaron. Había quienes no completaban y entonces los ponían a hacer otras cosas y a los que no pagaban ya no los vimos, se los llevaron”, relató.


Venezolanos, colombianos y ecuatorianos en su mayoría.

Confinados debajo del puente

Antes de que llegaran los dos mil 500 migrantes en el tren que provenía de la Ciudad de México, los mil 300 que había debajo del puente Siglo XXI estaban desesperados. Dos trenes habían pasado, pero ninguno iba al norte del país. Hubo quienes, en medio de esa desesperación, tomaron el que de madrugada iba con rumbo a la Ciudad de México, así que retrocedieron.

“No podemos salirnos de este lugar, apenas queremos irnos a otro lado y los policías nos dicen que no salgamos de aquí, que este es el lugar para nosotros”, contó Rosalinda Gómez, migrante ecuatoriana, quien lleva tres meses entre vagones, rieles y piedras desde que salió de su casa.


Viajan familias completas.


Cuando llegaron los dos mil 500 migrantes, algunos quisieron irse con rumbo a Paseo Irapuato, otros hacia la avenida Guerrero y Prolongación Guerrero, pero de inmediato eran regresados por los policías.

“Ahí hay lugar debajo del puente, al rato les traen comida”, les decían los policías desde el altavoz de las patrullas.


Se agrava la crisis migratoria y le pega a Irapuato.


Algunos trabajadores de Ferromex les dijeron a los migrantes que el tren que posiblemente los podía llevar al norte del país pasaría el viernes, a eso de las 18 horas.

Para Oliver Gascón, un migrante colombiano y quien viaja con su esposa y dos hijos para llegar a Texas y reunirse con su hermano, eso es mucho tiempo.



“Lo malo es que no nos dejan subir a los camiones, porque nos dicen que si (el Instituto Nacional de) Migración para el camión y nos baja, nos van a regresar; plata sí traemos, aunque no entendemos cómo es posible que un pasaje desde Irapuato a Tijuana cueste dos mil 500 pesos y en Ciudad de México costaba mil 300 pesos; creímos que estaría mas barato, pero mejor esperaremos el tren y que sea lo que Dios quiera”.

Una vez que se enteraron de la llegada de dos mil 500 migrantes, el gobierno municipal de Irapuato activó el protocolo para darles atención médica a quienes lo requirieran, pero también el protocolo de seguridad, para que no fuera a suscitarse un problema en la zona, pero también para que los migrantes no se dispersen a otras partes de la ciudad, pues hasta ahora su único lugar es el llamado “Puente de la Coca” para que puedan estar y pernoctar hasta que su tren llegue para llevarlos a su próximo destino.




IRAPUATO, Gto.- Irapuato registró la mayor cantidad de migrantes centroamericanos apostados debajo el puente Siglo XXI, el lugar en el que suelen esperar el tren para ir con rumbo al norte del país: más de tres mil 800 personas hubo en ese sitio en un solo día.

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A las 14:40 horas, un tren proveniente de la Ciudad de México, y que tenía destino los patios de Ferromex de Irapuato, trajo consigo a más de dos mil 500 migrantes, de acuerdo con cifras preliminares que Protección Civil municipal contabilizó. Hondureños, guatemaltecos, ecuatorianos, colombianos y venezolanos eran los que en su mayoría bajaron de “La Bestia” en territorio irapuatense.


Más de tres mil 800 estuvieron en las inmediaciones del puente Siglo XXI.


Pero, ¿por qué decidieron bajar en Irapuato y no en Celaya, en donde el tren hizo escala unas horas antes? Santiago Chávez, un migrante venezolano que viaja junto con su esposa con rumbo a la frontera del país, contó que en Tapachula les entregaron unos trípticos con las rutas seguras y con los albergues a los que podían llegar; sin embargo, en un chat de migrantes venezolanos, le dijeron que no se bajara en Celaya y que llegara a Irapuato.

Tenemos grupos de Facebook y de WhatsApp en donde nos vamos comunicando y desde que salimos de Venezuela por ahí vamos preguntando por dónde llegar. Hay algunas personas que nos van guiando en esos grupos y es como nos dicen cuál es la ruta más segura y fácil para llegar a la frontera”.


Llegaron en tren y caminaron dos kilómetros hasta el puente.


La ruta que le sugirieron a Santiago Chávez seguir fue de Chiapas irse a Veracruz, de ahí tomar el tren que va a Puebla, de Puebla a Ciudad de México y de ahí no parar hasta Irapuato.

En todos esos puntos había personas que nos cobraron por llegar, pero pagando no nos hicieron nada. Yo di mil pesos mexicanos en cada punto y no me molestaron. Había quienes no completaban y entonces los ponían a hacer otras cosas y a los que no pagaban ya no los vimos, se los llevaron”, relató.


Venezolanos, colombianos y ecuatorianos en su mayoría.

Confinados debajo del puente

Antes de que llegaran los dos mil 500 migrantes en el tren que provenía de la Ciudad de México, los mil 300 que había debajo del puente Siglo XXI estaban desesperados. Dos trenes habían pasado, pero ninguno iba al norte del país. Hubo quienes, en medio de esa desesperación, tomaron el que de madrugada iba con rumbo a la Ciudad de México, así que retrocedieron.

“No podemos salirnos de este lugar, apenas queremos irnos a otro lado y los policías nos dicen que no salgamos de aquí, que este es el lugar para nosotros”, contó Rosalinda Gómez, migrante ecuatoriana, quien lleva tres meses entre vagones, rieles y piedras desde que salió de su casa.


Viajan familias completas.


Cuando llegaron los dos mil 500 migrantes, algunos quisieron irse con rumbo a Paseo Irapuato, otros hacia la avenida Guerrero y Prolongación Guerrero, pero de inmediato eran regresados por los policías.

“Ahí hay lugar debajo del puente, al rato les traen comida”, les decían los policías desde el altavoz de las patrullas.


Se agrava la crisis migratoria y le pega a Irapuato.


Algunos trabajadores de Ferromex les dijeron a los migrantes que el tren que posiblemente los podía llevar al norte del país pasaría el viernes, a eso de las 18 horas.

Para Oliver Gascón, un migrante colombiano y quien viaja con su esposa y dos hijos para llegar a Texas y reunirse con su hermano, eso es mucho tiempo.



“Lo malo es que no nos dejan subir a los camiones, porque nos dicen que si (el Instituto Nacional de) Migración para el camión y nos baja, nos van a regresar; plata sí traemos, aunque no entendemos cómo es posible que un pasaje desde Irapuato a Tijuana cueste dos mil 500 pesos y en Ciudad de México costaba mil 300 pesos; creímos que estaría mas barato, pero mejor esperaremos el tren y que sea lo que Dios quiera”.

Una vez que se enteraron de la llegada de dos mil 500 migrantes, el gobierno municipal de Irapuato activó el protocolo para darles atención médica a quienes lo requirieran, pero también el protocolo de seguridad, para que no fuera a suscitarse un problema en la zona, pero también para que los migrantes no se dispersen a otras partes de la ciudad, pues hasta ahora su único lugar es el llamado “Puente de la Coca” para que puedan estar y pernoctar hasta que su tren llegue para llevarlos a su próximo destino.




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