Con 50 años de trayectoria y en la cuarta generación, Mario Páramo en compañía de su familia, se han dedicado a la elaboración de pan artesanal.
Mario Páramo Alfaro, de oficio panadero, espera que durante estos estos días se tengan buenas ventas del tradicional pan de muerto, el cual es consumido en gran parte por la ciudadanía salmantina.
Mario Páramo, se ha dedicado desde los siete años de edad a la elaboración de pan artesanal, oficio que le heredó su padre, y a su vez, él lo heredó a sus hijos y nietos. A finales de octubre y principios de noviembre, realizan el tradicional pan de muerto.
“Tengo 50 años de panadero, elaborando el mismo pan de siempre, pan artesanal y de muerto, del cual tenemos mucha demanda por la gente que lo utiliza para colocar en los altares; iniciamos con la preparación desde las tres de la mañana hasta las diez de la noche”, explicó.
Al ser una panadería reconocida por la ciudadanía de la zona sur, en la colonia Infonavit 1 por su tradicional “Pan Chiquito” y el pan de muerto. Estos panes se están realizando ha sido con la recete que les heredó el padre de Mario Páramo.
“Aquí nuestro pan de muerto lleva su harina, levadura, leche, huevo y mantequilla, pero sobre todo, nada de agua, esto para que agarre un buen sabor, nosotros queremos seguir haciendo lo mismo, lo que nos heredó mi padre a nosotros, quien fue el que me enseñó a trabajar”, comentó Mario.
El precio de los distintos panes de muerto, varía dependiendo el tamaño, siendo el de mayor precio de 80 pesos, el cual tiene una excelente calidad, “el cual a mis clientes les ha gustado demasiado y siempre que hago tengo mucha venta del mismo”.
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Por último, Mario Páramo espera que sus hijos y nietos puedan seguir con esta tradición y sobre todo que la ciudadanía sepa lo que nos consume.