Con más de cincuenta dedicado a la venta de Buñuelos, la señora Crecencia Vallejo Hernández heredó este negocio a su hija Juana Granados Vallejo.
A sus 87 años de edad, la señora Crecencia Vallejo Hernández, se dedicó a la elaboración de buñuelos, tamales, atole, con lo cual logró sacar a su familia conformada por 16 hijos adelante, siendo pocos de ellos que se han dedicado al comercio.
Crecencia Vallejo, explicó que durante sus 50 años en los cuales se dedicó a la venta de esta comida típica del mes decembrino el cual es acompañado con un tradicional atole, ponche, champurrado.
“Durante 50 años me dedique a vender buñuelos en el templo de la virgen de Guadalupe; hacía la masa de una receta especial para que agarre el sabor, y realizaba los buñuelos a mano, pero ahorita a mi edad, ya me es complicado poder realizarlo de esta manera, y ahora mis hijas son las que se encargan de realizar y sacar adelante este negocio de los buñuelos; a todos les gustó el comercio, todos son comerciantes, unos venden nieve, otros buñuelos, pero todos se dedican a ello”, explicó Crecencia.
Granados Vallejo, detalló que con la venta de una gran variedad de comida, se logró sacar adelante a los hijos, y ahora a sus avanzada edad, solamente le toca ser partícipe de poder apreciar la cosecha de sus frutos.
“Para poder sacar a todos mis hijos adelantes, vendía gorditas, sopes, los buñuelos, tamales, pero a mis 87 años me desespero el no poder ayudar a mi hija, a quien le enseñé todo lo que sé y la mayoría agarro el giro del comercio; ahora a mi solamente me toca ver y todo el fruto de lo que coseché durante todos estos años que me dediqué al comercio”, añadió Crecencia.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
Juana Granados Vallejo, explicó que con lo aprendido por su madre mantendrá las raíces y el negocio familiar, y con este primer Festival del Atole y Buñuelo, esperan que su negocio familiar llegue a más salmantinos y apoyen al negocio familiar de la familia Granados Vallejo.