Aunque se ha avanzado en la eliminación de la venta de comida chatarra en tiendas escolares de los planteles educativos, sin embargo esto no es suficiente cuando existen alumnos que acuden a clases sin desayunar, por ello es necesario que la autoridades estatales y municipales implemente estrategias que ayuden a erradicar esta problemática, informó el dirigente de Movimiento Democrático de Trabajadores de la Educación del Estado de Guanajuato, Vicente Díaz Quiñones.
Señaló que la venta de comida chatarra esta prohibida en las escuelas de educación básica, pues son supervisadas por un departamento que se encarga de inspeccionar que las tiendas escolares no comercialicen estos alimentos o, de lo contrario, serán sancionadas, pero aún hace falta que se efectúen otras acciones para beneficiar la salud de los niños y niñas guanajuatenses.
“No estamos en contra de la prohibición de alimentos chatarra en las tiendas escolares, pero de lo que sí estamos en contra es de que la Secretaría de Educación de Guanajuato y los gobierno estatales y municipales, implementan estrategias para dotar a los niños de escasos recursos de desayunos escolares, porque en este tiempo de contingencia se agravó más el desempleo que trajo consigo la pandemia y los niños se vienen sin desayunar a los planteles educativos”, explicó.
Se deben realizar programas para brindar desayunos gratuitos a los niveles básicos, principalmente a los niños y niñas de escasos recursos, para que también puedan acceder a una sana alimentación.
A pesar de admitir que existe un avance en la prohibición de comida chatarra en los planteles educativos, manifestó la importancia de que se trabaje con fiscalización y control para invitar a estos comercios a regular la venta de estos alimentos. “No tiene sentido que se prohíba la venta de chucherías en las escuelas y afuera de éstas se vendan estos productos a su libre albedrío”, finalizó.
Cabe mencionar que en diciembre del 2021, la Cámara de Diputados aprobó la reforma para prohibir la distribución de comida chatarra en escuelas de educación básica, con la finalidad de evitar la mala nutrición que pueda provocar riesgos a la salud como diabetes y trastornos alimenticios en los infantes.