A pesar de la atención del retiro y confinamiento de pasivos ambientales, Salamanca carece de un estudio de impacto y contaminación en mantos freáticos, el cual se solicitó en 2017 luego de que inició el plan de remediación para determinar la calidad del agua en asentamiento vecinos donde está la fecha permanecen residuos tóxicos, así lo informó el director de Medio Ambiente Alberto de la Torre Gleason.
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En este sentido el funcionario explicó que en el caso del decreto para Tekchem, existe una parte jurídica en donde se puede hacer un convenio de colaboración entre el estado, la federación y municipio para generar estudios de impactos ambientales que aporten a la atención y remediación de los pasivos ambientales, en el cual el municipio de Salamanca está buscando consolidar esa parte, debido a que tras el confinamiento de residuos quedará un área pendiente en la que se tendrá que decidir el uso y destino de ese lugar.
“En un reporte de 2017, se pide un estudio hidrológico para también conocer la parte si hay algún daño al acuífero y si está contemplado, ya desde 2017, qué avance tenga esto no tengo ahorita el dato, en este caso fue comisionada la Conagua (Comisión Nacional del Agua), para que haga esta actividad”, puntualizó.
Respecto al cuestionamiento, sobre la posible contaminación de los mantos freáticos en lugares donde se acumulan pasivos ambientales, de la Torre Gleason no descartó pudiera haberse registrado a través de filtraciones; “es altamente probable, depende, precisamente para eso se tienen que hacer estos estudios hidrológicos para determinar hasta qué nivel está y si ya alcanzó algún manto freático y si está migrando hacia algún lugar, se tiene conocer a través de estos estudios”.
Además del sitio de Tekchem, se tiene detectados algunos otros lugares en los que pasivos ambientales pudieran haber contaminado parte de los recursos naturales de Salamanca, por ejemplo los lodos tóxicos vertidos en el cerro de La Cruz, de los cuales se encuentran pendientes los estudios correspondientes.
“Nosotros se los solicitamos a Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), precisamente cuando ellos iniciaron estos trabajos con este decreto y les manifestamos como municipio esa inquietud que tenemos, sabiendo que de 2017 ya estaba en bitácoras de acuerdo a las auditorías que realizó la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente), en estos últimos 15 años, ahí está marcado (…) de hecho el mismo de Quidesa, también se lo planteamos a la Semarnat al principio de esta administración como un tema que está pendiente”, concluyó.
Problemática que podría agudizarse
Aunado a esta situación, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por lo que, urgió al Comité Municipal de Agua Potable (Cmapas), a establecer medidas de racionamiento obligatorias para cuidado del vital líquido, debido a que Salamanca se encuentra en un estatus de sequía de intensidad 3 (D3) con una reducción severa de agua, y una meta para lograr disminuir la demanda del 25% al 40% con medidas de carácter obligatorio, de acuerdo con el monitor de sequía en México.
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De acuerdo al Consejo Técnico de Aguas de Salamanca (COTAS), Salamanca cuenta con dos mil 285 pozos de los 17 mil 500 en la entidad para suministrar agua de uso doméstico, industrial, agrícola, servicios y actividades públicas; en tanto, el acuífero Irapuato-Valle de Santiago ocupa en Salamanca una superficie del 28.9%, en el cual convergen los ríos Temascatío, Lerma, Guanajuato y Silao, cuerpos fundamentales para la recarga de los mantos acuíferos que suministran a la región de agua para atender diversas actividades.