Habitantes de las colonias San Juan de la Presa y La Cruz, piden reforzar la seguridad y alumbrado público en inmediaciones de la antigua empresa de insecticidas y fungicidas Tekchem, debido a que desde hace más de dos meses no ha sido repuesta la malla ciclónica que fue robada, ni reparada la parte de la barda perimetral afectada del lugar que resguarda aún miles de toneladas de residuos tóxicos, los cuales temen puedan ser sustraídos ilegalmente y afectar la salud de los vecinos.
“Desde hace tiempo hemos pedido a las autoridades del municipio nos hagan caso y nada, sólo nos dicen que ellos no pueden intervenir que porque son temas federales… yo digo que deben hacer algo aunque no sea de ellos esto afecta a los salmantinos a gente que vive en Salamanca y ellos deben atender nuestras necesidades, ahora no sabemos que haya allá adentro cosas toxicas o radioactivas como se ha visto en otros lados”, argumentó Luis Alberto Moncada.
Al interior Desde un boquete en la barda sur, paralela a la calle Insurgentes y vías del ferrocarril, se puede observar que al interior del predio de la antigua empresa de insecticidas y fungicidas permanecen “cerros” de pasivos tóxicos, mismos que además de ser esparcidos por el viento, se trasminan hacia el subsuelo durante las lluvias para contaminar los mantos freáticos de las inmediaciones.
Ante ello, Miguel Granados Baeza presidente de la Asociación “Valle del Lerma”, señaló que los pasivos ambientales peligrosos que se encuentran en el lugar continúan afectando a los habitantes de las colonias cercanas, quienes respiran los residuos que se encuentran al aire libre, además de que el agua que llega a los hogares debe de ser revisada ante la posibilidad de que estén contaminados los mantos freáticos.
“Han olvidado que estos pasivos ambientales pueden incluso provocar la muerte en el ser humano, Tekchem hacía los insecticidas más agresivos que habían hace 40 años, contienen restos de malathion y parathión que son tóxicos mortales, se tienen que tumbar las construcciones y sacar los fierros viejos contaminados, por lo menos están contaminados 20 metros de profundidad del subsuelo que se tiene que sacar y meter tierra nueva”, declaró.
Afectaciones Los habitantes de la zona aledaña a Tekchem son quienes tienen que lidiar con los olores que aún se perciben en las inmediaciones del terreno de la empresa, la mayoría utiliza agua de garrafón para preparar sus alimentos; sin embargo, no todos tienen la posibilidad económica para hacerlo.
“Sigue habiendo molestias a las vías respiratorias, no van a limpiar nada, la barda dijeron que era para que no oliera feo pero le quieren ver la cara de tonto a uno, eso no va a tapar el polvo que hay, las molestias no dejen de persistir pero hay gente que no se atreve ni hablar, que le pidan a dios que no suceda una catástrofe más grande, están jugando con la salud de nosotros”, señaló María Rodríguez habitante de la zona.