Luego de las declaraciones del secretario de educación sobre la sanción a 29 docentes por ser generadores de violencia, Vicente Díaz Quiñones, Coordinador Estatal de la Coordinación Nacional de Trabajadores de la Educación del Estado de Guanajuato, catalogó como preocupante estos hechos, ya que las autoridades y padres de familia llegan a dar interpretaciones muy severas a problemas que son conciliables.
Díaz Quiñones, dijo que en ocasiones la Secretaría de Educación de Guanajuato, interpone acciones severas contra docentes y directivos de planteles que interponen medidas correctivas a los estudiantes al violar los reglamentos internos de las aulas y el mismo plantel, retirándolos de sus cargos y bajo la justificación de que están cumpliendo con la Ley para Erradicar la Violencia Escolar en Guanajuato y sus Municipios.
Por ejemplo, manifestó que existen casos en donde estudiantes introducen tabaco o cigarros a los planteles educativos y al momento de aplicar las medidas correctivas como son expulsiones, suspensiones o cambios de turnos, los padres de familia protestas y se niegan a que sean aplicadas, aunado a la incitación que generan los departamentos jurídicos para que las familias interpongan denuncias y perjudiquen la labor de los docentes, obligándolos a separarse de sus cargos por presunta violencia escolar.
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“Es una medida errónea por parte de la Secretaría de Educación de Guanajuato, ahí esta la Ley para erradicar la violencia, es excelente, pero, creo que tenemos que aceptarla cómo es e interpretarla de la forma en cómo debe de ser, porque los niños tienen derecho pero se pierde la esencia cuando se quiere justificar y se pone en riesgo a los planteles educativos , de por sí los alumnos y padres de familia tienden a efectuar acciones que van en detrimento de la formación de su mismo hijo en el hecho de darle todo al alumno sin llamarle la atención y aplicar correctivos desde la familia y que luego traen consecuencias graves en su formación “, explicó.
Esto se debe dijo, a que las medidas disciplinarias muchas veces llegan a confundirse en violencia por el mismos secretario de educación y sus delegaciones regionales, “esta confusión que existe va a determinar que todo es violencia y el maestro no es libre para efectuar medidas correctivas, porque estamos preocupados en que si se le ve mal al niño o se le habla fuerte o se le dice algo, entonces el niño acude con el padre de familia y este denuncia de manera anónima y vienen la parte de repercusión desfavorable la disciplina, hay reglamentos en el entorno escolar en lo que es la institución educativa donde el alumno tiene que respetar”.
Sin embargo, indicó que existen otras cuestiones que si son catalogadas como casos severos como tocamientos, violencia sexual, agresión física a los alumnos con golpes y donde el maestro tiene responsabilidad, ya que esos asuntos no son conciliables, pero si es una llamada de atención o un correctivo al alumno, es donde se ponen en riesgo la estabilidad de la educación pública.