Luego de la nueva masacre ocurrida en Guanajuato, ahora en el municipio de Apaseo el Grande, donde ocho personas fueron asesinadas, el obispo de la diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, dijo que debe haber un freno urgente contra la violencia.
“Estas situaciones no pueden llamarse de otro modo más que masacres dolorosas, se pierden vidas inocentes, y esto genera un gran temor en toda la población. Cada día estos ataques son más graves y parece que hay menos sensibilidad ante el sufrimiento humano”, expresó el obispo, al referirse al ataque registrado en Apaseo el Grande.
Enrique Díaz resaltó la necesidad de que las autoridades actúen con mayor coordinación y responsabilidad frente a estos hechos.
“Invitamos a las autoridades a coordinarse y estar atentos. No se trata de culpar a otros, sino de asumir responsabilidades para encontrar soluciones. La situación es grave y requiere atención inmediata”, indicó.
Además, el Obispo llamó a la sociedad a reflexionar sobre su papel en la construcción de un entorno más pacífico.
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“No podemos limitarnos a pensar que mientras no nos pase a nosotros, todo está bien. Es crucial que como sociedad revisemos nuestras posturas y responsabilidades. Todos podemos contribuir al trabajo por la paz, desde nuestras acciones diarias hasta nuestras decisiones colectivas”, añadió.
También recordó que la violencia no solo afecta a quienes la padecen directamente, sino que impacta de manera profunda a toda la comunidad, debilitando la confianza y la seguridad en el tejido social. Frente a este panorama, Enrique Díaz reiteró el compromiso de la Iglesia de seguir promoviendo espacios de reflexión y unidad para enfrentar los desafíos actuales.