Prevalece rincón michoacano en el Tomasa Esteves

Se encuentra un pequeño pasillo lleno de color, tradición y nostalgia; con un toque parecido al pueblo mágico de Pátzcuaro

Oswaldo Durán | El Sol de Salamanca

  · sábado 2 de septiembre de 2023

Un pequeño pasillo lleno de color, tradición y nostalgia. Fotos José Almanza | El Sol de Salamanca /  Fotos José Almanza | El Sol de Salamanca

Al interior del mercado Tomasa Esteves se encuentra un pequeño pasillo lleno de color, tradición y nostalgia; con un toque parecido al pueblo mágico de Pátzcuaro, Michoacán, ahí se pueden encontrar ollas, platos y tazas de barro, además de artesanías, utensilios tallados en madera, canastas de mimbre y carrizo, el olor a mole y la venta de semillas y legumbres no pueden faltar en esta sección que desde hace ya varias décadas forma una parte importante de la central de abastos.

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Como es costumbre los comerciantes de esta zona, día a día inician su jornada con gran expectativa ofreciendo sus mejores precios y artículos, en este pequeño lugar de Salamanca, un tradicional pasillo ubicado a un costado de la explanada sur, cerca de la salida a la calle Abasolo. Esther Rico García, con más de 40 años de ser locataria, con su familia logró sacar adelante uno de estos negocios que fue heredado por su suegra.

“Mi suegra era la que vendía eso y ella me dejó de herencia este puesto, por ello seguí la tradición del negocio, todo lo traen de Michoacán en su mayoría, sin embargo, algunas piezas nos lo traen de Dolores Hidalgo o del Estado de México; en esta temporada lo que más se demanda son las ollas para los adornos de centro de mesa, las cazuelitas para el mole, todo lo aquellos platos que pueden ser alusivos a nuestras raíces mexicanas”, externó la comerciante.

Precisamente, Esther relató que durante el mes patrio y la Semana Santa, son las épocas con mayores ventas para este sector, el cual ha encontrado un nicho importe en fiestas temáticas, en las que se ha sustituido el uso de charolas y recipientes de plástico para proporcionar los alimentos a los invitados, sin embargo, en otras temporadas las ventas son pocas e inclusive en ocasiones nulas.

“Decía mi suegra, “a veces el pato nada y a veces ni agua bebe”, y así es el comercio, a veces se vende, a veces no se vende, es así en cualquier negocio, en el nuestro tenemos gran variedad y es pura artesanía lo que se vende aquí, también cerámica, con nosotros la gente no tiene necesidad de salir fueras para encontrar este tipo de productos, los cuales ofrecemos a precios accesibles”, agregó.

El mercado

Inaugurado en noviembre de 1972, el Tomasa Esteves fue puesto en servicio por el entonces presidente municipal José Francisco Aguinaco Alemán, con más de 100 locales con 50 puestos de verduras; 257 puestos semifijos y 52 locales, para una población de 30 mil habitantes.