Productores de maíz, frijol y sorgo auguran buenos rendimientos al termino del presente ciclo, luego de que las lluvias que se han registrado han beneficiado alrededor de 19 mil hectáreas sembradas de temporal, así lo estableció Samuel Balderas Gutiérrez secretario general de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Salamanca, luego de que el Servicio Nacional Meteorológico (SNM), pronosticó que continuarán las precipitaciones a lo largo de los siguientes días.
“Las lluvias han empezado mejor de lo que esperábamos, ya que teníamos contemplado que lloviera hasta julio a mediados o finales, pero lo que nos ha caído este mes ha sido en un volumen que podríamos calificar como bueno, porque la tierra estaba muy seca y con esta agua que cayó se van afianzar los suelos, para que las semillas se desarrollen de mejor manera, esperamos que todo alrededor siga lloviendo, que se llenen las presas y los ríos también, para que podemos disponer de este recurso que tanto nos hizo falta los últimos dos años”, indicó.
En este contexto, el representante del sector agrícola en Salamanca explicó que, el maíz puede alcanzar un rendimiento promedio de entre 8 y 12 toneladas por hectárea de acuerdo a la calidad de la semilla, de los fertilizantes y los riegos que reciba la tierra, por lo que de tener un buen temporal las cosechas podrían contribuir atender la demanda de consumo local y regional con lo que también se disminuiría la importación de este producto.
“Teniendo agua, apoyo para los fertilizantes y subsidios podemos producir todo el maíz que el país necesita e incluso para exportar, sin embargo, esta situación que ha padecido el campo los últimos seis años ha afectado a todos los productores de México, por lo que está es una oportunidad para hacer valer al campo, para que luego no nos pase que los precios del chile, el cilantro, cebolla, aguacate, limón o la tortilla se van por las nubes por la falta de producción”, consideró.
En este aspecto, el grano de maíz se transforma en alimentos y productos industriales útiles mediante dos procedimientos: la molienda en seco y la molienda húmeda; con la primera se extraen, como productos primarios, sémolas y harinas corrientes y finas, la segunda produce almidón y otros útiles productos derivados.