Las revistas, libros y periódicos poco apoco están siendo desplazados por los medios digitales, por lo que el panorama para las personas que se dedican a este negocio es cada vez es más incierto.
Tener un puesto de revista hace años significaba un negocio del cual podía vivir toda una familia, hoy, con la llegada de las redes sociales y la digitalización, se ha convertido en un negocio poco redituable.
María Teresa tiene más de 60 años dedicándose a este negocio y asegura que hoy en día es cada vez menos la gente que compra libros, revistas y periódicos.
“La vida ha cambiado, hay gente que prefieren el olor al papel y siguen viniendo por su periódico o su revista, pero muchos otros leen libros digitales y ven las noticias por redes sociales, son pocos y generalmente las personas adultas quienes siguen viniendo por un periódico o una revista, cuando mas vendemos, es porque piden trabajos en la escuela y necesitan un periódico o revista” explicó.
Actualmente las ventas han dado un giro inesperado y son los pasatiempos, como, sopas de letras, crucigramas o rompecabezas los que a raíz de la pandemia han tenido auge, pues según detalló María Teresa, sus clientes los compran para mantenerse ocupados y agilizar su mente.
La pandemia, también ha generado que algunas publicaciones mensuales o quincenales no se estén surtiendo, tal es el caso de revistas de salud, de motocicletas o de automóviles pues desde hace más de un año que comenzó la contingencia sanitaria dejaron de surtirse.
A pesar de los cambios sociales y tecnológicos que están cambiando el estilo de vida de las personas estos negocios se niegan a desaparecer y mantienen la esperanza de que los amantes de los libros y de las letras sigan necesitando de sus servicios.