/ miércoles 22 de febrero de 2023

Recibe ceniza feligresia salmantina

Inicia la cuaresma con el miércoles de ceniza

Este miércoles la feligresía salmantina acudió a los diversos templos de la ciudad, con la finalidad de recibir la tradicional ceniza, símbolo de la preparación para Semana Santa, temporada en la que recuerda la pasión y muerte de Cristo, pero también una época de conversión penitencia, que permite a los fieles reflexionar sobre su actuar en la vida cotidiana.


La imposición de la ceniza, es el rito característico de esta celebración litúrgica que se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior. Se trata de una solemnidad litúrgica cuya fecha va cambiando cada año.

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Para los feligreses, como Adrian y Arturo, el miércoles de ceniza, representa ese primer acercamiento con Dios, a través del arrepentimiento y la confianza en sus designios en el evangelio, pero sobre todo marca el inicio de la Cuaresma, la cuenta atrás de la Semana Santa, los 40 días previos a la resurrección de Jesús, pero no solo eso, en Salamanca, también representa un paso más cercano a la celebración del Cristo Negro, cuya fiesta se realiza en la también conocida como semana mayor.

“Diario vengo a misa y cada año vengo al Santuario del Señor del Hospital para participar en la imposición de la ceniza, creo que el miércoles de ceniza es un día que nos recuerda a los humanos de dónde venimos y hacia dónde vamos, lo cual queda evocado en la frase <<polvo somos y en polvo nos convertiremos<<, pero también nos recuerda la debilidad humana y la oportunidad de corregir el camino, mediante el arrepentimiento”, explicó Adrian Rico.

En ese sentido, Monseñor Gerardo Velázquez, dijo que con la práctica penitenciaria de recibir la ceniza, que le recuerda a la humanidad la temporalidad de la vida terrestre, además da inició a la cuaresma, tiempo litúrgico propicio para tener un corazón purificado y libre de los placeres, vicios y cuestiones terrenales, sino para vivir en la verdad, justicia y amor con Dios.

“Este tiempo nos invita a volver a él, purificar el corazón y la adentrarnos en el espíritu penitencial, en la oración y en la práctica de la caridad, para poder mirar a Dios y darnos cuenta internamente de los cambios que Dios nos pide”, finalizó.

Para los católicos la cuaresma es la oportunidad de llevar a cabo diferentes acciones y valores, cuarenta días donde cada persona realiza actividades o toma actitudes diferentes, entre ellas destacan las acciones: que tienen que ver con el perdón, la conversión y la reconciliación, y las actitudes como la oración, el ayuno y la limosna.

Este miércoles la feligresía salmantina acudió a los diversos templos de la ciudad, con la finalidad de recibir la tradicional ceniza, símbolo de la preparación para Semana Santa, temporada en la que recuerda la pasión y muerte de Cristo, pero también una época de conversión penitencia, que permite a los fieles reflexionar sobre su actuar en la vida cotidiana.


La imposición de la ceniza, es el rito característico de esta celebración litúrgica que se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior. Se trata de una solemnidad litúrgica cuya fecha va cambiando cada año.

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Para los feligreses, como Adrian y Arturo, el miércoles de ceniza, representa ese primer acercamiento con Dios, a través del arrepentimiento y la confianza en sus designios en el evangelio, pero sobre todo marca el inicio de la Cuaresma, la cuenta atrás de la Semana Santa, los 40 días previos a la resurrección de Jesús, pero no solo eso, en Salamanca, también representa un paso más cercano a la celebración del Cristo Negro, cuya fiesta se realiza en la también conocida como semana mayor.

“Diario vengo a misa y cada año vengo al Santuario del Señor del Hospital para participar en la imposición de la ceniza, creo que el miércoles de ceniza es un día que nos recuerda a los humanos de dónde venimos y hacia dónde vamos, lo cual queda evocado en la frase <<polvo somos y en polvo nos convertiremos<<, pero también nos recuerda la debilidad humana y la oportunidad de corregir el camino, mediante el arrepentimiento”, explicó Adrian Rico.

En ese sentido, Monseñor Gerardo Velázquez, dijo que con la práctica penitenciaria de recibir la ceniza, que le recuerda a la humanidad la temporalidad de la vida terrestre, además da inició a la cuaresma, tiempo litúrgico propicio para tener un corazón purificado y libre de los placeres, vicios y cuestiones terrenales, sino para vivir en la verdad, justicia y amor con Dios.

“Este tiempo nos invita a volver a él, purificar el corazón y la adentrarnos en el espíritu penitencial, en la oración y en la práctica de la caridad, para poder mirar a Dios y darnos cuenta internamente de los cambios que Dios nos pide”, finalizó.

Para los católicos la cuaresma es la oportunidad de llevar a cabo diferentes acciones y valores, cuarenta días donde cada persona realiza actividades o toma actitudes diferentes, entre ellas destacan las acciones: que tienen que ver con el perdón, la conversión y la reconciliación, y las actitudes como la oración, el ayuno y la limosna.

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