El padre Sergio González López, originario del municipio de Irapuato, llegó este lunes a la parroquia del Señor del Hospital, para tomar posesión de la rectoría del santuario y fungir como cura para los próximos seis años. El sacerdote fue recibido por la feligresía con cantos y música en el jardín Xidoo y dijo que su tarea será fortalecer los lazos de unión entre la familia y de los grupos parroquiales que se desintegraron durante la pandemia.

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En entrevista para medio de comunicación, el sacerdote, indicó que, su principal reto al frente del santuario diocesano será fortalecer la evangelización, debido a que la pandemia limitó la integración de gente a los grupos parroquiales y separó a otros tantos de la iglesia, principal a grupos como liturgia y catequesis.

Respecto a la situación de inseguridad que se vive en la ciudad, dijo que, la iglesia trabajará en el acompañamiento de las personas que han sido víctimas colaterales de la delincuencia, para que puedan dar testimonio de fe con su vida interior y enfrentar la situación de violencia que se vive en el municipio y todo el estado.

“Es solamente acompañar a las personas no nos toca directamente confrontar y atacar a los grupos delincuenciales, sino fortalecer la vida interior de las personas que pueden dar claridad en el testimonio de fe, para que eso pueda vivirse en los lazos humanos y familiares, porque confiamos que la gracia de Dios, es capaz de transformar desde adentro en donde se originan las emociones y sensaciones”, explicó.

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El sacerdote procedente de la parroquia de Santa María Reina en la ciudad de Irapuato, se comprometió a cumplir con la encomienda que le hizo el obispo Enrique Díaz Díaz, para desarrollar su ministerio sacerdotal en el Santuario del Señor del Hospital y agradeció el recibimiento de la feligresía.

El padre Sergio González López, comenzó sus estudios de sacerdocio en el seminario de León, posteriormente ofreció su servicio pastoral en Guanajuato, zona en la que estrecho lazos fuertes con la ciudadanía que lo llevaron a adoptar a este municipio como un hogar más y tras años de pertenecer a la diócesis de Morelia, se integró a las filas de la Diócesis de Irapuato hace 20 años, cuando esta sede apenas comenzando.