La recolección de producto PET, tipo de plástico usado en envases se ha convertido para muchas familias en un modo obtener ingresos económicos que les da la oportunidad de sobrellevar los gastos con mayor holgura que con trabajos formales.
Martina Mendoza Fonseca quien tiene siete años siendo recolectora, explica como llegó a este oficio luego de padecer complicaciones de salud y no poder continuar con la labor de lavar y planchar ajeno.
“Me dedicaba inicialmente a planchar y lavar ajeno pero no nos alcanzaba, viendo la necesidad y estando mi esposo enfermo y mi niño malo tuve que buscar otras opciones por que el dinero no me rendía”.
Martina tiene un hijo de 29 años que tiene capacidades especiales y el cual la acompaña todos los días a recolectar desde las cuatro de la mañana.
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“La gente también me dan ropa, cuando no hay modo de salir a recolectar me voy al tianguis a vender pero ahorita la situación esta difícil porque no podía ir a vender, a veces saco 100 pesos o un poquito más pero me va mejor que lavando y planchando”dijo .
El trabajo de recolector es una actividad etiquetada de una manera un tanto negativa, “ la gente nos trata mal y a veces es grosera algunos piensan que dejamos la basura tirada pero no todos somos así”.
A pesar de esto cada son más las personas que ven en el reciclaje un modo de vida que les da la oportunidad de obtener ingresos que les permitan sobrevivir.