Ramón Ramírez López, artesano salmantino de Cera Escamada obtuvo el primer lugar en la categoría de O. Cerería, durante su participación la XLIX Edición del Concurso Gran Premio Nacional de Arte Popular 2024. Un premio que reconoce la trayectoria y trabajo de la familia Ramírez en el turismo religioso, además de conservar con orgullo una tradición que ha pasado de generación en generación desde hace 100 años.
La noticia la dio a conocer el artesano local, a través de sus redes sociales, en donde agradeció a Dios y al concurso por reconocer el trabajo de los artesanos y la conservación de las tradiciones en el país.
“Agradecido con Dios por este primer lugar y con el gusto y emoción de siempre por el reconocimiento a nuestro trabajo de familia, que tratamos de conservar orgullosos de nuestras raíces”, así se puede leer en el perfil del facebook del artesano.
El premio Nacional de Arte Popular, tiene el objetivo de incentivar a las personas artesanas del país a continuar elaborando piezas cuya creación se distinga por su aportación cultural, artística y estética, además de reconocer sus conocimientos en las técnicas y saberes artesanales, el buen manejo de materiales, acorde con el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales de su entorno, en el que se proteja y conserva el patrimonio biocultural.
La iniciativa fue creada por la secretaría de cultura, a través del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) y Citibanamex, con el apoyo de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes por medio del Servicio Postal Mexicano con el Museo Palacio Postal, el Instituto Nacional de Antropología e Historia a través del Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec, el Instituto Nacional de bellas artes y literatura (INBAL), la Dirección General de Bibliotecas, mediante la biblioteca Vasconcelos y del Instituto Nacional de los pueblos indígenas (INPI).
Es la quinta generación de artesanos de Cera Escamada
Ramón Ramírez López y su familia, pertenecen a la quinta generación que trabaja la cera escamada de su dinastía en Salamanca, cuya tradición comenzó desde 1870, iniciando con puros cirios normales y sin decorado, todo esto con la finalidad de dar un mayor realce a la decoración del Santuario del Señor del Hospital, durante las fiestas del Corpus.
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