El Barrio de Nativitas vivió la representación número 24 de la pasión y muerte de Jesús de Nazaret; al que cientos de creyentes acompañaron durante su recorrido hacia su crucifixión.
La expresión “viacrucis” significa “camino de la cruz”, es decir, el que recorrió Cristo durante su pasión, desde el pretorio de Pilatos hasta el calvario. Los antecedentes del viacrucis tienen su origen en los primeros siglos del cristianismo, y de la compasión con que los cristianos veneraban los pasos de la Vía Dolorosa.
Fueron más de 40 actores de todas las edades quienes participaron en la escenificación de la pasión de Cristo, la flagelación, la coronación de espinas, el encuentro con María, el Cirineo, la Verónica, las tres caídas y el recorrido hacia la crucifixión.
El Viernes Santo recuerda a los fieles católicos el camino que hizo Jesús hasta el monte calvario mientras cargaba la cruz, así como la oportunidad de interiorizarse en su sufrimiento.
Con 24 años de llevar a cabo esta representación, este se ha convertido en uno de los viacrucis más representativos del municipio, en el que se involucran los habitantes del barrio.
Para interpretar a Jesús, el actor principal tuvo una ardua preparación tanto física como espiritual que realizó mediante retiros espirituales, confesándose cada fin de semana y comulgando; preparación que le ayudó para estar en mejor condición y soportar una cruz que pesaba más de 30 kilos, que tuvo que llevar a cuestas bajo los rayos del sol y el flagelo.
Por la noche se espera un mayor número de fieles que presencien la Procesión del Silencio; para llevarla a la vida, es un proceso que inicia a partir del miércoles de ceniza y concluye el sábado de gloria, después de la Procesión, continúa lo que es el cambio de vestimenta de aproximadamente 10 imágenes y su puesta de vuelta en su lugar a lo largo del templo de San Agustín.