"Experiencia Mágica": 16 años llevando el danzón a Salamanca

Con más de 16 años en la escena artística de Salamanca, Rosalba Pérez Rodríguez y José Luis Monzón Celaya,se han convertido en referentes del danzón local, esto a través de su grupo “Experiencia Mágica”.

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Se trata de un proyecto que inició originalmente con tres parejas de baile y con el paso del tiempo se han sumado a diferentes personalidades del danzón. Para llevar a cabo todo esto, la disciplina, el esfuerzo, la dedicación, pero sobre todo su pasión por el baile los ha llevado a recibir reconocimientos, entre los que destaca el primer lugar en danzón en pareja, en 2018, en Cuba.

Rosalba Pérez y José Luis Monzón adoptaron este movimiento gracias a dos maestros de Celaya, Adán y Coco, quienes llegaron a Salamanca a dar una muestra del danzón. Con el paso del tiempo, Rosalba y José Luis adquirieron los conocimientos y se hicieron cargo de seguir impartiendo las clases.

“Nosotros tuvimos la inquietud de seguir con el danzón, ya que un día fuimos a Veracruz y vimos la elegancia con que se baila, se nos quitó ese concepto de que el danzón nada más era como para bares o para cantinas”, comentó Rosalba Pérez.

Además, recordó que al inicio de este proyecto eran solo seis personas; sin embargo, gracias a su esfuerzo y su buen trabajo en el arte del danzón, en la actualidad son 40 personas las que integran este grupo de “Experiencia Mágica”, por lo que dijo que gracias al esfuerzo que se hace en conjunto, el grupo se ha presentado en varias partes del país, siendo esta última en días pasados en Oaxaca, en el teatro Macedón de Alcalá.

Uno de los reconocimientos que más veneran los maestros Rosalba Pérez y José Luis Monzón es el que les dieron en 2015 y 2018 en Cuba, de donde se trajeron el primer lugar en La Habana y Matanzas; sin embargo, el orgullo más grande que estos maestros tienen es que su nieto comenzó a practicar este baile desde los tres años y ahora con 17 ya es un joven maestro del danzón.

Este grupo, además, actualmente cuenta con niños de seis y 12 años, así como jóvenes de 12, 15 y hasta 20 años.

“Es algo lindo ver a la juventud que se interese por el baile y más si es el danzón ya que lo que les enseñamos es que este ritmo sirve hasta para conquistar a su pareja, y nos hemos topado con varones que no sabían nada de bailar y aquí han aprendido mucho y hasta les ha servido para hacer otro tipo de danzas”, comentó Rosalba Pérez.

Ambos comentaron que uno de sus objetivos es llegar a los jóvenes y enseñarles este baile, pero sobre todo a la inspirar a la gente de la tercera edad, para que se den cuenta que pese a los años aún pueden tener una calidad de vida, haciendo este tipo de baile, motivándolos a cambiar su rutina que comúnmente tiene la gente mayor.

“Buscamos que los adultos mayores sientan otra segundo o tercera oportunidad de vida, que tomen este baile como terapia que le sirve muchísimo como ejercicio además de que les ayuda a fortalecer la coordinación y la motricidad, mejora la memoria y la función cognitiva, estimula el cerebro, mejora la salud mental, ayuda en enfermedades como el Alzheimer”.

Para el grupo de baile “Experiencia Mágica”, sus metas son muchas, pero una es llegar a todas las generaciones sobre todo las jóvenes para inculcarles un poco de ritmo y la otra que es en la que más se enfocan es los adultos mayores y motivarlos a que no importa la edad se puede seguir bailando.

“Esperamos que más gente se una a nosotros los jueves en el Jardín Principal y podamos enseñarles como yo le llamo ‘el ritmo del amor’, porque todo baile los es, pero para mí y mi esposo lo es más el danzón, pues es una forma de amar, amar lo que haces, amar la vida, simplemente amar.”

¿Qué es el danzón?

El danzón es un baile de origen cubano, creado por el compositor matancero Miguel Faílde (1852-1921) en 1879 y engendrado por otro género cubano llamado “La danza”, una variación de la contradanza. Desde principios del siglo XX ha tenido gran arraigo en México, considerándose también parte de la cultura popular de aquel país. En Cuba se interpreta con mayoría de instrumentos de viento, con flauta, violines, timbales y percusión cubana. Es una de las más comunes y tradicionales danzas cubanas en la que es necesario utilizar los instrumentos correctos.

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