Con más de 30 años siguiendo el trabajo y tradición familiar, Mario Páramo y su familia producen más de 200 roscas de reyes en esta temporada, a pesar de las adversidades como el alza en insumos e inflación.
Este oficio que ha pasado a través de generaciones, nació en uno de los barrios más antiguos de Salamanca, Nativitas, y ahora los nietos e hijos se reúnen para elaborar roscas de reyes junto a don Mario, desde el día cuatro de enero hasta principios de febrero, llegando a elaborar durante este tiempo más de 200 piezas.
A diferencia de otros años, este 2022 los panaderos se enfrentan a varias adversidades como la competencia, ya que cada vez más personas realizan rosca de reyes y al alza en los insumos pues en comparación con el 2021 han aumentado entre un 40 y 50 por ciento.
“La margarina hace un año estaba en 250 pesos la caja, ahora cuesta 450 pesos; la harina costaba 340, ahorita está en 550 y esto claro que nos va impactar en los precios, van a estar un poquito más caras, 20 ó 30 pesos más, porque tampoco les puedo subir mucho porque hay mucha competencia”, dijo.
La forma de elaborar la rosca ha ido cambiando, sin embargo la familia Páramo sigue conservando el proceso artesanal con el que comenzaron hace treinta años y que les ha dado ese sabor que los identifica.
Con sus manos, don Mario coloca entre la masa uno a uno los muñequitos que representan al Niño Dios, pues según la tradición quien encuentre el niño Dios en la rosca, se convierte en su padrino y adquiere el compromiso de cuidarlo, vestirlo con ropa nueva y presentarlo en la iglesia el día 2 de febrero, para bendecirlo y después invitar los tamales y el atole. Además de ser un augurio de buena suerte.
Ubicado en la colonia Infonavit 1, don Mario espera cerrar esta temporada decembrina con buenas ventas, además agradece a la gente que por tantos años le han dado su confianza para llevar una de sus roscas de reyes hasta la mesa donde las familias se reúnen.