Hoy con el inicio de la cuaresma, los feligreses comienzan a prepararse para su purificación y renovación de fe; como un acto de honrar a Jesús que pasó 40 días sin probar un alimento ni beber nada. ¿Conoces su significado?
El ayuno de los 40 días en tiempo de Cuaresma que va del miércoles de ceniza al jueves santo, es un camino penitencial, donde se debe comprender que con su muerte y resurrección Jesús nos redimió y nos salvó del pecado, un regalo que podría considerarse inmerecido, por lo que como una forma de agradecer el gesto del perdón.
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Durante el tiempo de cuaresma la tradición marca ayuno, abstinencia y caridad, donde se debe de hacer una sola comida al día, lo más austera posible y solo se puede comer algo muy ligero por la mañana y por la noche; así como disciplinar los deseos de dar placer al cuerpo; además en este tiempo la iglesia pide a sus fieles entregar el fruto de nuestro ayuno a los que siempre ayunan, es decir, dar limosna.
En cuanto a la abstinencia, esta consiste en no comer carne roja ni aves, ya que es una manera de ejercer el autodominio del cuerpo; son todos los viernes de cuaresma en que debemos practicar la abstinencia de comer carne, la cual tiene también un sentido social, que consiste en ser solidarios con los más pobres dándoles lo que nosotros no comemos, es decir, privarnos de algo y ahorrar para dárselo a los que lo necesitan.
Católicos durante cuaresma realizan sacrificios y obras de caridad que van desde donar alimentos, regalar ropa, realizar acciones por las mujeres víctimas de violencia, abstenerse de chismes, y por supuesto asistir a misa, rezar el santo rosario y pedir a Dios por las personas que más lo necesitan.
La iglesia pide que hagamos ayuno y abstinencia el miércoles de ceniza y el viernes santo, los cuales en este año son el 22 de febrero y el 7 de abril, respectivamente; mientras que la abstinencia se debe de realizar todos los viernes de cuaresma.
Además se pide que a la población de 18 a 59 años de edad el ayuno obligatorio y a las personas menores solo la abstinencia, exceptuando en ambos casos a las personas enfermas o población que puedan correr algún riesgo por este sacrificio.