Este 15 de septiembre, Salamanca se unió a la celebración del Día de la Independencia de México con un fervoroso homenaje a la lucha por la libertad y la unidad nacional. La conmemoración, que marca el aniversario del Grito de Dolores en 1810, resonó en cada rincón de la ciudad con eventos que destacaron tanto la historia como la rica cultura del país.

Desde tempranas horas, el Centro Histórico de Salamanca se vistió con los colores de la bandera nacional: verde, blanco y rojo. Los ciudadanos se reunieron en la Plaza Principal para asistir a las tradicionales ceremonias cívicas y disfrutar de las actividades programadas para el día. La celebración comenzó con una solemne misa en la Parroquia de la Virgen de la Asunción, en la que se rindió homenaje a los héroes de la Independencia, seguidos por un acto oficial presidido por el alcalde César Prieto.

El punto culminante de la jornada fue el Grito de Independencia realizado por el alcalde, quien, con un fervor patriótico, evocó las palabras del padre Miguel Hidalgo. El evento, celebrado en el balcón del Palacio Municipal, fue recibido con vítores y aplausos por una multitud entusiasta que ondeaba banderas y portaba vestimenta tradicional.

La noche continuó con un vibrante desfile que recorrió las principales avenidas de la ciudad, donde participaron bailarines, músicos y actores locales en una muestra de folclore y orgullo nacional. La música tradicional, con mariachis y grupos de danza folclórica, acompañó el desfile, creando un ambiente festivo que capturó la esencia de la identidad mexicana.

No faltaron los eventos gastronómicos que ofrecieron a los asistentes la oportunidad de degustar platos típicos como tacos al pastor, pozole, y chiles en nogada, acompañados por la tradicional horchata y aguas frescas. Las ferias y mercados locales también se llenaron de productos artesanales y souvenirs patrióticos, ofreciendo a los visitantes una experiencia completa de la cultura mexicana.

Además de las festividades públicas, muchas familias disfrutaron de reuniones íntimas y cenas especiales en sus hogares. Las casas se decoraron con banderas y luces mientras se reunían para compartir comidas y recordar la importancia de este día histórico.

El 15 de septiembre en Salamanca no solo fue un recordatorio del inicio de la lucha por la independencia, sino también una celebración de la unidad y el orgullo nacional que continúa viva en cada rincón de México. Con cada acto de conmemoración, la ciudad reafirmó su compromiso con los valores de libertad, justicia e identidad que definieron el nacimiento de la nación.

La celebración culminó con un impresionante espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo nocturno, simbolizando la esperanza y el espíritu de un México unido. El Día de la Independencia en Salamanca fue, sin duda, una jornada de gran significado, que reflejó el profundo amor y respeto por la historia y la cultura del país.