De enero a la fecha, Salamanca ha registrado un total de 363 casos por picadura de alacrán, seguido de Jaral del Progreso con 103 casos, de acuerdo a la información registrada en el Sistema Único Automatizado de Vigilancia Epidemiológica, convirtiéndose en el municipio con el mayor índice de este problema de toda su jurisdicción.
Durante la temporada de calor incrementan las atenciones en las unidades de salud por las picaduras de alacranes, mismas que puede ser un riesgo potencial a la salud si no son tratadas a tiempo.
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En ese sentido, Juan Jesús Martínez García, jefe de Jurisdicción Sanitaria V, informó que, en lo que va de este 2024, se han presentado un total de 697 intoxicaciones por picadura de alacrán en los municipios pertenecientes a esta demarcación, lo que representa un incremento del 38.47% en comparación del año 2022, pero un 18% menos al total de las atenciones dadas en el 2023.
“El piquete de alacrán es una experiencia dolorosa y potencialmente peligrosa especialmente si la persona es alérgica, el alacrán es venenoso o el afectado se encuentra en un grupo vulnerable como son los niños y los adultos mayores. Regularmente son las manos y las extremidades superiores y es al interior del domicilio en donde se encuentra mayor número de picaduras”, explicó.
Este tipo de arácnidos suelen encontrarse principalmente en viviendas, donde hay cacharros acumulados, en estos casos se recomienda a la población utilizar algún tipo de guantes para evitar sus picaduras al momento de trasladar estos productos de un lugar a otro. Su proliferación incrementa durante la temporada de calor.
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En caso que una persona haya sufrido una picadura de alacrán se recomienda: mantener la calma y tener la parte afectada en reposo, limpiar el área de la picadura con agua y jabón suave, aplicar compresas frías en el área para ayudar a reducir la hinchazón, evitar aplicar hielo directamente sobre la piel, intenta identificar al alacrán o tomar una foto si es seguro hacerlo. Esto puede ayudar al médico a determinar el tratamiento adecuado, no succionar el veneno ni aplicar torniquetes, ya que estas medidas no suelen ser efectivas y pueden empeorar la situación, buscar atención médica de inmediato, acudiendo a la unidad de salud más cercana.