Salmantinos se congregaron en la zona centro, en uno de los puestos con mayor tradición de la ciudad para comprar y degustar los tradicionales tamales por el Día de la Candelaria, tradición que llegó a México en la época Virreinal. Alrededor de 50 salmantinos se dieron cita en este puesto de tamales desde las primeras horas de este dos de febrero, algunos para cumplir con el compromiso obtenido el seis de enero al encontrarse al niño Dios en la rosca de reyes.
La mayoría de los salmantinos se congregaron en el puesto de la familia Vázquez, quienes desde hace más de dos década se dedican a la elaboración y venta de este manjar, quienes este día comienzan a trabajar desde las dos de la mañana ante el incremento en la demanda de los tamales.
La relación del Día de la Candelaria y los tamales tiene su historia en las culturas prehispánicas, donde el maíz era utilizado como ofrenda para los dioses. De acuerdo al libro Historia General de las cosas de Nueva España, de Fray Bernardino de Sahagún, donde relata que los indígenas ofrecían tamales a Tláloc, el Dios de la Lluvia, para que los ayudara a tener buenas cosechas. Debido a que la ceremonia tenía lugar cada dos de febrero, fue así como ambos festejos se fusionaron para dar paso a las celebraciones que se conoces hoy en día.
El dos de febrero, Día de la Candelaria, es una de las festividades religiosas más importantes para la iglesia católica, ya que marca dos acontecimientos bíblicos de gran redundancia, la presentación de Jesús en el Templo y la purificación de la Virgen después del parto.
Durante este festejo, los fieles devotos acostumbran llevar representaciones del niño Dios, arreglado con distintos atuendos a la misa y, a su vez, levantar al niño Jesús del nacimiento e incluso algunas familias regalan dulces a los niños.
Para Noelia se trata de una tradición que por años ha perdurado en su familia y que desea continuar realizando hasta los últimos días de su vida. “Cuando era pequeña acompañaba a mi mamá siempre a misa, ella traía la imagen del niño Dios revestido a bendecir y luego dábamos colaciones en la noche, se me hacía muy bonito porque ya por la tarde comíamos todos juntos en familia tamales y recogíamos el nacimiento”, contó.
Con el Día de la Candelaria culminan las festividades de la Navidad dentro de la iglesia católica y se agradece por el mensaje de amor, luz y esperanza que trajo para la humanidad el nacimiento del niño Dios, y que combinara con la costumbre de comer tamales a traspasado fronteras y se ha convertido en una celebración muy popular en países como Estados Unidos.
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