Salamanca, Gto.- Como cada año por el festejo de la aparición de la Virgen de Guadalupe, feligreses y comerciantes acudieron a capillas e iglesias para agradecer a la patrona de México por los milagros obtenidos en el 2023, ya sea por la sanación de un enfermo, trabajo o amor, además de pedir por la paz en Salamanca luego de los hechos que se registraron en el Tomasa Esteves, sitio en el que se ubican dos capillas para su veneración.
Uno de los testimonios de fe de los salmantinos, fue el de María Soledad Becerra Ayala y José Luna, quienes este año se dieron cita en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, para pedir por la salud de uno de sus familiares, movidos por la devoción y amor a la madre de México.
Durante este día, son cientos los feligreses que aprovechan los festejos para caracterizarse con trajes típicos de la época de Juan Diego, tal es el caso de María del Rosario Robles Ramos y Luciano Luna Ramírez, que desde que se casaron hace 32 años no han tejado de sumarse a esta tradición.
"La fe es lo que nos mueve y más ahora que la situación de inseguridad está fuerte (...). Yo utilizó el traje de "Indita" desde que era pequeña cuando me traía mis papas a los novenarios de la virgen, pero, como pareja y matrimonio que somos tratamos de mantener la esencia de la tradición a través de nuestra vestimenta", manifestó María Soledad.
Además del Santuario, comerciantes del Mercado Tomasa Esteves, convencidos de que la unión y la fe mueven montañas, llegan a un 12 de diciembre en medio de un panorama incierto y marcado por los hechos dolosos, pero, siempre con la esperanza de que el próximo 2024 la situación sea más favorable y puedan repuntar en ventas.
“Para nosotros la festividad a la virgen de Guadalupe, es muy importante porque entre más unión haya entre la gente y los locatarios, será mayor la fuerza, sobre todo en estos días que ha habido cositas desagradables no solo en el mercado, sino en toda la ciudad, nosotros hoy nos concentramos aquí para pedir por la paz y tranquilidad que tanto anhelamos”, finalizó.
Fue un 9 de diciembre de 1531, tras el descubrimiento de América que la virgen de Guadalupe, se le apareció a Juan Diego en el cerro del Tepeyac, para informarle su deseo de que en ese lugar se edificara un templo para su veneración.
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