A partir del pasado domingo 1 de diciembre, se dio inicio al oncenario de los rosarios de la Virgen de Guadalupe, en esta temporada cientos de familias salmantinas acuden por las tardes a su santuario para dedicar plegarias en agradecimiento a los favores por los cuales ha intercedido la madre de todos los mexicanos.
Durante los once días de previos a la celebración del 12 de diciembre es una tradición que chicos y grandes acudan a este santuario ubicado en la calle Hidalgo de la zona centro, vestidos de “inditos” como comúnmente se les llamaba a los indígenas, por lo que cada tarde la vialidad se llena de vida y color por los visitantes que son fieles a la Virgen Morena.
En este aspecto, el párroco Rubén Castillo indicó que poco a poco la afluencia a los centros de culto se ha incrementado, a pesar que entre semana la afluencia es menor a diferencia de los días domingo que se acercan más feligreses a las celebraciones litúrgicas, principalmente en la temporada de fin de año, por lo que aumentan los horarios en los que los feligreses pueden ir a participar en la celebración litúrgica.
Si bien los preparativos y celebraciones religiosas comenzaron los últimos días de noviembre, los días próximos se espera que aumente poco a poco el número de visitantes, por lo que a través de la dirección general de Movilidad, se realiza un dispositivo vial, para realizar el despeje vehicular de la zona a la que se restringe la circulación durante la eucaristía a efecto de reducir el riesgo de accidentes.
Peregrinaciones salmantinas al Tepeyac
Desde el primero de octubre del año 1954 se realiza año con año la peregrinación desde Salamanca al cerro del Tepeyac y Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México, decenas de familias forman los contingentes de fieles que avanzan a pie hasta el santuario para postrarse ante la Virgen Morena, que de acuerdo a la historia se manifestó en el ayate de hoy beato Juan Diego por costumbre antes de partir la peregrinación se celebra una misa en el Santuario Diocesano del Señor del Hospital, santo patrono de los salmantinos desde hace más de cuatro siglos y medio.