Como cada 5 de febrero Valtierrilla el fervor de los fieles recuerda el martirio de San Bernabé de Jesús Méndez Montoya, párroco fusilado en 1928 durante la persecución religiosa en México, época donde muchos sacerdotes se alejaron de sus parroquias para esconderse en lugares seguros, sin embargo el santo beatificado por el Papa Juan Pablo II, se mantuvo firme a su ministerio y nunca abandonó la comunidad que ahora es conocida como la capital mundial del nopal, que a 96 años de su muerte sus milagros se acogen a los enfermos y a los migrantes.
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A través de una semana cultural, es como se celebra al santo salmantino desde hace tres años, en la cual, se describe a San Bernabé como una persona humilde que ejercía su ministerio con rectitud, atendía a los enfermos y a todos los habitantes sin distinción de clases sociales, además de ser un fuerte impulsor del arte, la cultura y el trabajo en la comunidad.
Asimismo, se recuerdan las hazañas más emblemáticas durante su vida religiosa, entre las que destaca haberse quedado en la parroquia de Valtierrilla, durante la persecución religiosa en la Época Cristera.
De acuerdo a testimonios de habitantes de la comunidad, fue cinco de febrero de 1928 mientras el Padre Méndez terminaba de celebrar la misa se oyeron los primeros disparos de la Fuerza Federal, las cornetas y los caballos; cuando escucha los ruidos, el padre toma el copón con las Hostias consagradas y lo esconde bajo su zarape.
En el libro biográfico de La Obras y Vida de San Bernabé de Jesús, se relata que fue precisamente esa obra, lo que le atribuyó el título de Mártir de la Eucaristía, “cuando lo agarran (militares) lo sacan de la capilla y se lo llevan a la calle que hoy tiene su nombre, lo sientan sobre un tronco viejo y el capitán Muñiz le dice a su pelotón que disparen y disparan al padre, pero las balas no entran en su cuerpo, rebotan, entonces el capitán muy molesto se acerca, le rompe la camisa para ver porque no entran las balas y ve que trae un Cristo muy grande y una medalla de la Inmaculada Concepción; entonces se las arranca las tira y se aleja, ahora sí disparan y el padre cae muerto y su sangre se riega por toda nuestra comunidad, se describe en el texto. Esta hazaña, fue considerada como uno de sus primero milagros.
Fue canonizado por Juan Pablo II, junto a otros 26 cristianos mexicanos, el 21 de mayo de 2000.
Milagros
En 2018, un joven originario de la comunidad de Valtierrilla, sufrió un accidente en motocicleta que le provocó un traumatismo craneoencefálico, los pronósticos para que el joven recuperara su vida eran prácticamente nulos y los médicos, ya lo habían desahuciado, sin embargo, logró volver la vida, de acuerdo a lo contado en el libro.
“Le comentó a su madre que mientras permaneció en coma, un padre lo visitó constantemente, velando su recuperación, eran moreno y vestía de blanco con una sotana morada, cuando la madre le mostró la imagen de San Bernabé, el joven lo reconoció y le dijo que fue él, quien lo cuido para regresar a la vida”, se puede leer.
Así como este, existen otros testimonios de sanación, en donde el santo ha intercedido por la recuperación de sus fieles y que le ha llevado a expandir su popularidad por toda la Diócesis de Irapuato y a otros estados de la república como Michoacán y Coahuila.
Festejos
La conmemoración del aniversario luctuoso de San Bernabé de Jesús, arranca con una cabalgata de Jinetes procedente de la catedral de Irapuato hacia Valtierrilla a finales de enero y continúa con la llegada de miles de peregrinos a la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, además de la apertura del museo de reliquias del santo y culmina con la misa solemne del 12:00 el 5 de febrero, en donde, se congregan fieles de todas partes del país.