A través de los cinco estados que atraviesa el cauce del río Lerma en México desde hace más de 50 años ha sido contaminado por descargas industriales y domésticas, además de que en varios puntos sus laderas se han convertido en convertido en tiraderos clandestinos donde se pueden encontrar electrodomésticos, muebles, e incluso animales muertos.
De acuerdo a ambientalista la desmedida contaminación deriva de dos vertientes principales que son la incapacidad de las autoridades para regular y hacer cumplir que se viertan solamente las aguas residuales, previamente tratadas, así como la falta de cultura y preservación del medio ambiente de parte de los ciudadanos quienes arrojan sus desechos en se cause y laderas.
“El río arrastra todo tipo de desechos, pero lo que más puede repercutir al ser humano es que también se han encontrado metales pesados, así como otros agentes que resultan cancerígenos para las personas, hay que recordar que este cuerpo de agua se utiliza para el riego de cultivos, si bien es cierto cuando va lleno es menor e incluso mínima, pero cuando baja el nivel se puede ver incluso sus aguas negras, peces muertos, basura y olores fétidos”, indicó Miguel Granados Baeza presidente de la Asociación Ambientalista Valle del Lerma.
La remediación de la cuenca Lerma-Chápala, ha sido una asignatura pendiente desde más de 25 años, incluso se recordó que durante el mandado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari se anunció un proyecto una inversión millonaria contemplaba la construcción de 48 plantas de tratamiento de aguas residuales en los márgenes del Lerma, no obstante a más de 20 años de ello únicamente se construyeron menos de la mitad y sólo fueron puestas en operación alrededor de 10.
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