Luego de que el pasado domingo 3 de abril comenzara el horario de verano, los salmantinos han comenzado a adaptarse ante este cambio de hora.
La doctora de lo familiar, Lucía Méndez Pulido, comentó que “los ritmos de las personas están regidos por 'relojes biológicos', que se ubican en núcleos neurológicos ubicados en el quiasma óptico del cerebro, esos no son los únicos 'relojes' que tenemos en nuestro organismo, de acuerdo con un estudio publicado por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el más común de ellos es el fisiológico, dura alrededor de 23 horas, pero hay otros como el del estado de ánimo, que se extienden hasta 28 horas o el intelectual que puede alcanzar hasta las 33 horas”.
Entender este aspecto es clave para comprender el porqué pueden haber afectaciones en las personas con el cambio de horario que no llegan a producir ningún tipo de enfermedad, sin embargo pueden tener los siguientes efectos.
Unos de los efectos de cambio de horario puede ser al sistema nervioso central, puede haber somnolencia, irritabilidad, dificultades en la atención, la concentración, la memoria, también puede haber fatiga o bajo rendimiento entre la población, así como cambios en el estado de ánimo. También existe la posibilidad de trastornos digestivos, como un aumento de secreción del jugo gástrico, disminución diurna y aumento nocturno del apetito.
Los salmantinos hacen este ajuste dos veces al año en octubre, consiste en atrasar los relojes una hora antes de irnos a dormir y la otra es en el mes de abril, en donde se atrasa el reloj, muchas personas afirman pasar por una etapa de adaptación cada que se realiza estos cambios.