Guanajuato llevará a cabo un programa para blindar el precio de la tortilla y que éste no se siga disparando, como sucedió en la segunda mitad del año por variaciones del costo del maíz.
Paulo Bañuelos Rosales, titular de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural de Guanajuato, explicó que el programa consiste en hacer una sinergia en la que estén los productores de maíz del estado, así como los tortilleros e incluso empresas dedicadas al ramo, como Maseca, para que establezcan una cadena de proveeduría y que evite los intermediarios.
En entrevista con Organización Editorial Mexicana, Paulo Bañuelos comentó que cuando empiezan las cosechas se puede ver a los llamados acaparadores cerca de los cultivos, para empezar a meter miedo a los campesinos para que vendan su producción, con el argumento de que no habrá compra o de que lo van a pagar barato y que es mejor que lo empiecen a vender, antes de que se les quede.
“Y les ofrecen precios bajísimos, luego ellos guardan el grano y son al final ellos los que desestabilizan los precios, porque acaparan todo el grano y luego lo venden caro”, explicó.
Dijo que actualmente, la tonelada de maíz en Guanajuato cuesta entre ocho mil 500 y ocho mil 700 pesos, situación que hizo que el precio de la tortilla aumentara por el incremento de este insumo, que si bien se vio afectado por la escasez de éste por el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo cierto es que también fue porque los acaparadores sacaron de sus bodegas el grano a un alto precio.
Paulo Bañuelos estimó que para cuando inicien las cosechas, el precio del maíz rondará entre los siete mil 100 y siete mil 300 pesos por tonelada, por lo que llamó a las personas a no venderlo a menos que eso, particularmente a los acaparadores.
Por ello, señaló que los alrededor de 40 silos públicos estatales que hay en el estado estarán a disposición de los productores, para que en vez de malbaratar su grano, que eventualmente podría ser revendido hasta en un 50% más caro, mejor lo guarden y esperen las compras consolidadas que podrían hacer empresas, como Maseca, que han visto en el maíz guanajuatense la alternativa a la escasez del grano en otras regiones del país.
“Y cuando se dé la cosecha, el gobierno estatal también les va a comprar el maíz a las organizaciones campesinas, para poder abastecer a los tortilleros y no incrementen la tortilla en Guanajuato”, expuso Paulo Bañuelos.
Con este esquema, dijo, los productores de maíz tendrán un buen pago por su cosecha, los tortilleros tendrán el maíz a buen precio y con ello mantendrían los precios de este alimento y por el otro se va mermando a los acaparadores, que son los que desestabilizan los precios.
“Es la manera como nos vamos a blindar para que en Guanajuato no suba la tortilla, porque realmente no hay motivos para aumentos, si por ejemplo al campesino se lo pagan a un precio, al tortillero se lo venden a otro y la ganancia realmente se la llevan los acaparadores y especuladores”.
Actualmente en Guanajuato el precio del kilo de tortilla oscila entre los 20 y 22 pesos, precio que incrementó dos pesos a partir de julio de manera generalizada en la entidad.
Guanajuato es uno de los cinco estados a nivel nacional con mayor producción de maíz, pues actualmente tiene una superficie de alrededor de 400 mil hectáreas para la siembra de este grano, de las cuales 280 mil son de riego y 120 mil de temporal.