La construcción de presas rompe picos fue un proyecto que quedó en el olvido, debido a la falta de recursos.
A través de esta infraestructura hidráulica, se contemplaba permitir la recarga de acuíferos del área natural protegida, además de tener un control de avenidas, para tomar medidas de protección para evitar o minimizar los daños causados por precipitaciones intensas sobre toda la cuenca o parte de esta.
En mayo de 2022, a través de la dirección general de Políticas Públicas, Gestión e Innovación, se informó que el inicio de la temporada pluvial podría retrasar el inicio de la construcción de la primera presa rompe picos en la zona norte de la ciudad, la Ordeña Norte 1, que tendría una inversión aproximada de 40 millones de pesos, cuyo permiso de construcción fue liberado y autorizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Respecto a los recursos, se sostuvo una reunión con Rubén Muñoz, presidente de la comisión de Recursos Hidráulicos, Saneamiento y Agua de la Cámara de Diputados, comisión ante la cual se presentó la propuesta a finales de 2021 con lo que se estableció el compromiso de fondear este proyecto, además de otros tres Ordeña 2, Barrón y Los Razo.
De acuerdo con el proyecto ejecutivo validado por Conagua, su desarrollo se planteó para construir la primera presa en un tiempo de dos meses y medio, sin embargo, ante la falta de recursos no se concretó su ejecución.
En abril de 2023, a poco más de un año de que se dieron a conocer los proyectos para la construcción de cuatro presas rompe picos, se confirmó que las validaciones federales retrasaron el inicio de la primera de ellas, luego de que el director general de Gestión Financiera, José Pedro Ramírez Conejo, dio a conocer que se tenía pendiente el resultado de un estudio técnico justificativo tramitado ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
En este sentido, tanto la carpeta del proyecto ejecutivo y los oficios por parte del municipio se han entregado a las dependencias estatales y federales, para lograr la construcción de estás presas que tienen como objetivo el regular los escurrimientos de agua pluvial de zonas altas para evitar los desbordamientos de drenes y canales, cómo se registró en el último trimestre de 2021.
Las reguladoras
Ubicadas en las comunidades de San José de Mendoza y el Huaricho, se cuenta con dos presas reguladoras de baja capacidad, para regular la bajada de agua de la zona norte a los diferentes drenes, cuyo nivel actual se encuentra por debajo del 20% debido a la falta de lluvias en la zona serrana.