En el Día Internacional del Paramédico, José Martínez Álvarez, socorrista destacado de la Delegación de Cruz Roja Mexicana, comparte su día a día y sus experiencias al atender los llamados de emergencias que acontecen en el municipio de Salamanca.
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El 24 de junio se celebra el Día Internacional del Socorrista, labor que conlleva un cierto riesgo, ya que las personas que integran la benemérita, se ven expuestos en atender a personas que se encuentren en peligro.
José Martínez Álvarez dedicado al área de seguridad industrial, acudió a una capacitación en la Delegación de Cruz Roja, en donde hasta la fecha lleva laborando como socorrista por más de 14 años de profesión.
“Yo entre a Cruz Roja por una Capacitación y con ello poder tener un currículum más amplio, me gustó y me llamó la atención pre-hospitalaria y servicio de ayuda humanitaria que brinda la institución ante situaciones de desastre; me ha tocado vivir de todo desde partos hasta situaciones de desastres tanto en Salamanca como en otros municipios”, comentó.
Gracias a la dedicación y con la motivación de salvar a la población ha hecho presencia en diversas delegaciones de Cruz Roja del país como lo es Jalisco, San Luis Potosí, Sinaloa en donde brindó apoyos a Bomberos, Protección Civil de estas zonas de la ciudad.
“Desde tempranas horas nos preparamos mental y físicamente para atender los servicios, revisar unidades nuestro equipo y que se cuenten con los insumos necesarios para los servicios del día, checar nuestro equipo médico dependiendo los servicios que otorgamos; en ocasiones tenemos situaciones de estrés por el tipo de trabajo que tenemos. Estas acciones son algo que me gusta, me llena. En todo este tiempo que llevo me he enamorado de la capacitación y poder compartir los conocimientos que uno tiene con la demás gente que tiene en la institución y compartirlos con los que quieran entrar a la institución; cada servicio marca algo en nosotros”.
Martínez Álvarez, recordó sus labores durante la temporada de pandemia por Covid-19, en el cual la principal preocupación era la de no contagiarse, y llevar esta enfermedad hacía sus familiares y compañeros.
“La etapa de la pandemia fue muy complicada, llegábamos de un servicio en donde se sospechaba o tenía Covid era de llegar a bañarse, descontaminarse. Al inicio era estar totalmente aislado, nos teníamos que hacer pruebas para descartar el contagio, pero al final son llamados que se tenían que atender, a pesar de tener incertidumbre de lo que podría pasar”, manifestó.
José Martínez Álvarez comentó que volvería a elegir esta profesión sin dudarlo. De igual manera invita a la ciudadanía a respetar el paso de las unidades de Cruz Roja al momento de acudir a un llamado, ya que el tiempo de respuesta es vital para poder salvar la vida de una persona.
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