Además de los delitos de alto impacto, otra de las situaciones que impacta al municipio es la violencia intrafamiliar, lo que representa un problema de de desintegración familiar, informó Raymundo Gómez García, presidente del Observatorio Ciudadano de Salamanca.
De acuerdo al corte del mes de enero del Semáforo Delictivo del Estado de Guanajuato, se registraron 46 denuncias por violencia intrafamiliar en Salamanca, lo que refleja un incremento del 9% con respecto al 2021; mientras que en enero del 2022, se presentaron 18 delitos homicidios.
En ese sentido, el presidente del Observatorio Ciudadano de Salamanca señaló que la violencia intrafamiliar sigue teniendo un gran impacto en el municipio, por eso, es importante se establezcan actividades para evitar conductas violentas en el seno familiar.
“Salamanca sigue teniendo un gran impacto en la violencia intrafamiliar independientemente de los delitos de alto impacto que son los más llamativos, pero realmente tenemos un problema muy severo en la desintegración familiar, tenemos a nuestros niños descuidados en el sentido de que no se les da un seguimiento de que hacen en sus tardes libres, los papás a lo mejor tienen ahí problemas matrimoniales y eso genera que nuestro juventud se vaya yendo por el lado fácil y no es bueno es un riesgo”, explicó.
En atención a ello, dijo que el sector empresarial planea intervenir con actividades deportivas y culturales, además de brindar apoyo a los jóvenes que se gradúan de las universidades para encauzarlos al emprendimiento, para abonar a la reintegración familiar y social.
De acuerdo a los datos presentados en la institución, en 2022 se realizaron 46 denuncias por violencia intrafamiliar en el mes de enero, mientras que en 2021 fueron 42 en el mismo periodo, sin embargo, la cifra más alta se registro en 2020 con 49 denuncias, justo en los puntos más críticos de la pandemia y donde las condiciones sanitarias obligaron a la población a confinarse.
Según información de la ONU, incluso previo a la pandemia del covid-19, la violencia doméstica y era una de las violaciones de los Derechos Humanos, afectando principalmente a mujeres y niñas en edades de 15 a 49 años de edad.