La pandemia sigue trayendo consigo la suspensión de arraigadas festividades religiosas, como la del Carnaval del Barrio de Nativitas, dedicado al Señor de la Piedad.
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La Parroquia de Nuestra Señora de la Natividad se construyó a finales del siglo XVII y principios de XVIII como réplica, en pequeño, de la Parroquia Antigua en su torre y fachada principal.
Este barrio fue uno de los primeros asentamientos otomíes en Salamanca, creado posterior al de San Juan de la Presa y antes del de San Pedro.
El carnaval surgió en el siglo XVIII y en él se venera un Cristo blanco que data del siglo XIX y forma parte de los festejos religiosos del inicio de la cuaresma que está conformado por el Carnaval de los Milagros, el Carnaval de San Juan de la Presa y termina con el Carnaval de Nativitas dedicado al Señor de la Piedad.
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Como ha sucedido con el resto de las celebraciones religiosas, una vez más se dejó de lado el festejo popular y sólo se realizó el litúrgico, informó el sacristán de la parroquia Manuel García Nieto.
“Únicamente se hizo el arreglo floral para darle gracias al Señor de la Piedad, hubo las misas del día domingo, no las suspendimos, porque es lo espiritual lo estamos realizando para pedirle que nos libre de la pandemia”, finalizó.