León, Guanajuato.- Jordan llega con la mejor actitud de lunes a sábado al cruce entre el bulevar Hermanos Aldama y bulevar Juan José Torres Landa; prepara sus herramientas de trabajo, agua con jabón y un rastrillo para vidrios, se pone la gorra y con una sonrisa se acerca a la conductores para comenzar su jornada.
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Es limpiaparabrisas desde hace más de dos años, tiempo en el comenzó la pandemia por Covid-19 y que lo llevó a ser parte del recorte de personal de la empresa de calzado en la que trabajaba como montador.
Nos corrió la empresa y no nos dio nada, me tuve que venir aquí a echarle ganas un ratito
Jordan tiene 25 años, no terminó la preparatoria, su sueño era estudiar Administración de Empresas, asegura que es bueno para los números, pero la situación económica en casa ya no le permitió seguir con ese objetivo.
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“Tengo dos amigos que venían a limpiar y cuando supieron que me quedé sin trabajo me dijeron que me viniera aquí. Gracias a Dios nunca he tenido pena y de primero si da la ‘chivia’ nada más, pero ya cuando empiezas a ganar una monedita, como que te motivas y depende también de la actitud que tengas”.
Su jornada de trabajo comienza a las 8 de la mañana y termina a la 1 de la tarde, dice que lo hace así para entre más temprano comienza más rápido se va a casa a descansar y “el mero movimiento” es en la mañana.
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La técnica de convencimiento
Jordan dice que para este oficio se necesita carisma, respeto y dejar a un lado la pena, pues su trabajo es honesto y no solo pide dinero, sino que ofrece un servicio a cambio.
“Hay muchas formas de llegar, muchos se avientan sin permiso, pero yo les digo ‘Disculpa me puedo ganar una monedita’, ‘¿Te puedo limpiar el carro para ganar una moneda y alimentar en mi casa’?, y ya te dan chance”, explicó.
Cuando comenzó en este oficio, se “agüitaba”, pero asegura que se encuentra con todo tipo de personas, desde las que son buena onda y le ayudan y otras “mal encaradas” a las que les ofrece limpiar el parabrisas, pero en lugar de decir solo que no, lo insultan.
“La gente me llega a decir que esto no es un trabajo, que esto no es nada, nos miran aquí, pero se sacrifica mucho como tu integridad de que te atropellen, hasta el calor del sol, la verdad parece un trabajo sencillo, pero es pesado”.
El sueldo
Cualquier cantidad que le den a cambio de sus servicios de limpiaparabrisas importa, pues Jordan tiene la filosofía de que “de a poquito se hace mucho”.
“Algunos me dicen que solo traen un peso y les digo que no importa que lo cuenta es la intención y que te lo den corazón, estamos a lo que nos den y no a pedir”.
Si tiene un día bueno llega a ganar entre 400 y 500 pesos, si no va tan bien logra los 200 pesos, más del salario mínimo que se gana en el país, pues de acuerdo a la Comisión Nacional de Salario Mínimos (Conasami) es de 172.87 pesos.
En promedio, Jordan gana entre 12 mil y 15 mil pesos al mes, igual o más a lo que gana un profesionista, pues los salarios en México reflejan que en este país caben muchas realidades. Según el Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el salario profesional promedio es de 12 mil 931 pesos al mes.
Su hija, su motivación
Con lo que gana diariamente lleva el sustento a su hogar, pues es padre de una niña de 10 años, quien asegura es su motivación para superarse y salir adelante, pues dice que no quiere trabajar para siempre como limpiaparabrisas y le gustaría por lo menos, concluir la preparatoria.
“La semana pasada no vine a trabajar porque andaba viendo otros trabajos, como ahí vienen las aguas, es un mal tiempo y no sale el dinero. El año pasado me calé así y me fue muy mal; este año no quiero que me pase lo mismo”.
Apoyo de las autoridades municipales
Jordan compartió elementos de la Policía Municipal lo han detenido por trabajar en la calle, incluso le han quitado parte de su dinero para dejarlo ir.
“Llegan y nos llevan que por un supuesto reporte, nos suben a las unidades, pero no estamos haciendo nada malo, ni consumiendo algo indebido. Que nos pidan retirarnos, está bien y lo entiendo, pero ya que nos lleven no me parece justo”.
Por esta razón, aprovechó este espacio para hacer un llamado a las autoridades municipales y pedir el apoyo para que les permitan trabajar en este oficio, pues desconocen las necesidades que los llevan a tener este tipo de trabajo.
Por otro lado, pide a la ciudadanía no generalizar sobre que quienes se dedican a este oficio, son vándalos o drogadictos, ya que muchos como él tienen la responsabilidad de llevar un “taquito” a casa.