Lidia Gurrola Escalón, de 55 años de edad, es madre, abuela y la mujer que lleva el sustento a su casa como artesana de tejido desde hace poco más de un año, esto luego de que su esposo sufriera un accidente que le impidió trabajar.
Desde hace tres años, Lidia se dedica a la elaboración de diademas, moñitos y pulseras, acción que aprendió de su madre y que le brindó la oportunidad de llevar un ingreso extra a su casa, con la pandemia de la Covid-19 las cosas se complicaron en su hogar y más porque después del cierre del taller mecánico de su esposo, éste sufrió un accidente que lo dejó sin condiciones de poder trabajar, cayendo todo el peso de su hogar sobre ella.
Pese a ello, Lidia no se quebró sacó fuerzas del amor que le tiene a su marido y se convirtió en la proveedora principal de su hogar, sabía que la situación no sería sencilla y menos al tener que salir adelante en medio de una pandemia que no sólo arrebataba vidas sino también empleos.
Ante los adversos pronósticos comenzó a elaborar cubrebocas tejidos haciendo usos de los conocimientos que aprendió cuando era niña para generar ingresos y con ellos pagar el crédito de su casa.
“Ha sido muy complicado y más por la condición de mi esposo, pues muchas veces tengo que llevarlo conmigo a trabajar porque no tengo con quién dejarlo, mientras que en otras ocasiones mis hijos me apoyan a cuidarlo en lo que salgo a vender mis artesanías”, dijo.
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Las adversidades no han derrotado a Lidia, porque el amor a su esposo y el apoyo de su familia le han brindado las bases que necesita para seguir adelante, a pesar de las situaciones que tenga que enfrentar.
En su artesanía, lidia ha encontrado una oportunidad de salir adelante gracias al conocimiento que le heredó su madre cuando aún era una niña y el apoyo de sus hijos, ella junto con su esposo ha podido salir adelante.
Lidia se ha convertido en una madre y abuela ejemplar para su familia, ya que ante la adversidad no se ha dado por vencida.