Respondiendo a las necesidades de educación superior la Universidad de La Salle Bajío, fiel a su vocación por ampliar la labor educativa, ha sido capaz de transformarse luego de casi un año de pandemia.
El Hno. Marco Aurelio González Cervantes rector de la Universidad de la Salle Bajío señaló que a pesar de que ha sido un proceso de complejo y de profundo cambio que sometió a prueba muchas de sus premisas para comprender y operar la formación integral. Hoy pueden mostrar evidencias de cómo respondieron al reto de la no presencialidad. Y cómo es que esa capacidad de respuesta abrió ojos y oídos para encontrar nuevas formas de ser y hacer desde la fe, la fraternidad y el servicio.
Detalló que dentro de este año tuvieron logros que no son pocos, ni tampoco simples pero que requirieron la suma de voluntades, residencias y fortalezas de cada miembro de la comunidad, ya que cada asociado es una historia y un testimonio de lo que significa salir adelante.
“La emergencia de salud actual planteó retos en muchas dimensiones, unos de ellos fue la continuidad del proceso educativo, por lo que la universidad desplegó esfuerzos que permitieron dar continuidad a las funciones de investigación y extensión de la cultura y servicios.
Implementamos acciones que favorecieron la gestión universitaria integral y eficaz a través del aprendizaje organizacional multidisciplinario. Además fortalecimos desarrollo de estrategias que integraron a la comunidad el interés por la colaboración y la perspectiva intercultural, sin dejar de lado la responsabilidad social universitaria” explicó.
Finalmente el rector Marco Aurelio González Cervantes destacó que todas esas pequeñas y grandes acciones logradas han contribuido en la mejora de la vida de las personas.
“Hemos hecho juntos que el Evangelio se convierta en un canto de pasión por la vida, y tú, eres parte del milagro: nuestra visión, nuestra pasión, nuestro futuro”.