La tanatología, es el servicio que cuenta con un mayor número de usurpadores, que se hacen pasar como profesionales de la salud mental para atender a la población, por lo que, Manuel Barrón, presidente estatal del colegio de psicólogos de Guanajuato, hizo el llamado a la población a tener cuidado y verificar que estás personas realmente cuenten con la documentación avalada por universidades para prestar el servicio.

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“En cuanto a las áreas en la tanatología hay mucha gente que con un curso de un mes te ofrece darte un servicio sobre tanatología y no digo que no pueda estar bien porque uno cuando tiene necesidad le hace de todo, pero la idea es que se busque el servicio profesional con personal calificado que tenga conocimientos más amplios, para que puedan brindar ese acompañamiento”, explicó.

Indicó que, el principal problema de la usurpación de profesiones como es el caso de los terapeutas y psicólogos, se debe a la falta de reglamentación, pero al no tenerlas cualquier persona que tome un curso de un mes que ofrecen algunas instituciones de gobierno, cree que tiene la facultad para dar alguna terapia.

Destacó que, aunque no cuenta con cifras exactas con respecto a la usurpación de profesión, el porcentaje es alto y es por ello, que la población debe estar bien informada para no caer en las garras de los charlatanes.

“Si buscamos un servicio profesional de psicología de psicoterapia, tiene que ser con un profesional de la salud, que haya cursado una carrera de psicología que tenga una especialidad o una maestría en el área, tiene que ser gente que tenga título profesional, cédula profesional y que la ostente como tal en su consultorio, son cosas de información que la población en general debería de conocer y que no nos prestemos a situaciones de charlatanería y que en lugar de resolver el problema nos lleve a causar más daño a nuestra salud”, explicó.

De acuerdo al Secretario de la Junta de Honor y Justicia de la Federación Nacional del Colegios de Psicólogos de México, Juan Carlos García Ramos, la pandemia fue un detonante de en la oferta de servicios de salud mental de la mano de charlatanes, derivado del aumento en padecimientos mentales como la ansiedad, depresión y estrés, todo esto con la finalidad de aprovecharse de la situación con la única finalidad de obtener ingresos a costa de los padecimientos de estas personas.