Valle de Santiago, Gto.- Familiares y amigos dieron el último adiós a Jacqueline Sánchez, la joven policía de Valle de Santiago que fue asesinada en Salamanca, además de que fue montada una última guardia de honor para recordarla.
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Entre los asistentes estuvieron su mamá, Nely Sánchez Morales, su tío Luis Manuel Sánchez, quien la cuidó desde pequeña y para él era como su hija, además de sus abuelitos, sus familiares y amigos.
Además, en el recorrido de su casa a la Parroquia de Santiago Apóstol la acompañaron sus familiares, amigos, al igual que los elementos de Seguridad Pública Municipal de Salamanca, de Valle de Santiago, de la Cruz Roja y del pentatlón militarizado, así como integrantes de la escolta de la Banda de Guerra de Tránsito Municipal.
El cortejo fúnebre fue escoltado y vigilado desde su casa de la colonia Miravalle hasta la Parroquia de Santiago Apóstol por el Comisario de Seguridad Pública Municipal, Juan Pedro Martínez González, quien junto con elementos de la policía de Valle de Santiago le dieron las condolencias a los familiares de Jacqueline Sánchez, quien laboró como policía en la ciudad de Salamanca, lugar en donde fue asesinada el pasado lunes 16 de octubre, junto con otra de sus compañeras mientras realizaba recorridos de vigilancia en la avenida Valle de Santiago, frente a la central de autobuses de Salamanca.
Sus familiares señalaron que siempre la recordarán como una mujer trabajadora, dedicada a su profesión y buena hija, quien firme a su vocación se desempeñó como integrante de la Policía Municipal de Salamanca, hasta la noche del pasado lunes 16 de octubre, cuando fue asesinada tras ser víctima de un ataque directo, mientras realizaba acciones de proximidad social en la zona sur del municipio petrolero.
Además, como parte de su vocación de servicio, Jacqueline Sánchez también perteneció al cuerpo de socorristas de Cruz Roja en su municipio natal, Valle de Santiago; para después ingresar a la Academia de Policía en 2019, donde recibió su formación inicial, para luego ingresar a la Academia de Salamanca, donde realizó su capacitación para posteriormente graduarse y comenzar a ejercer la profesión policial desde 2021.
De acuerdo con sus amigos, Jaqueline siempre fue una persona preocupada por las demás personas, por lo cual, desde su adolescencia ingresó al pentatlón, luego a la Cruz Roja, posteriormente a la policía preventiva, por lo que desde pequeña le dijo a su mamá que ella iba a ayudar a todas las personas de Valle de Santiago y Salamanca y algún día sería policía, sueño que cumplió durante dos años, hasta que unas balas le quitaron la oportunidad de seguir cuidando a los salmantinos.
Además, le encantaban las mascotas, por lo que formó parte de la asociación “Patitas Vallenses” y de otras organizaciones que se dedican a cuidar a los perros y gatos, por lo que sus amigas la acompañaron en su novenario, luego en la misa y finalmente en al panteón Campo Florido, donde sus restos ya descansan junto a algunos de sus seres queridos.